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segunda El Alavés suma un punto que sabe a poco ante el filial blanco

La apisonadora no sale del lodazal

Un mediocre Alavés no supo imponer su teórico potencial ante un rival con mucha calidad pero muy blando en un extraño partido

 

La «apisonadora», como llamó Fabri al Alavés en víspera del partido en Valdebebas, sigue atascado en el fango de la mediocridad y ayer no pudo pasar del empate ante el Real Madrid Castilla en un extraño partido de trayectoria sinuosa. Pese a presumir de una gran potencia, el equipo gasteiztarra sigue sin saber sacar partido a ese enorme potencial, ni siquiera en un choque que se le puso de cara bastante rápido ante un rival de calidad pero bastante blando.

El más que dudoso penalti en contra señalado -se comió otro bastante más claro- y el gol anulado en la recta final a Coromina, después de un choque de cabeza de Toni Moral con un defensa blanco, pueden servir de excusa para justificar un resultado que no llena las aspiraciones albiazules, pero no pueden tapar las miserias futbolísticas de un equipo incapaz de refrendar en el campo toda esa superioridad que se le presupone.

El Alavés, con Coromina y Carpintero como novedades en el once, comenzó con las líneas muy separadas y sufrió mucho al comienzo del partido con el juego de toque de los madridistas. En los tres primeros minutos, el Castilla resumió todas sus virtudes y sus pecados de juventud, con tres grandísimas oportunidades marradas con las que no sólo pudo ponerse por delante en el marcador, sino que pudo incluso sentenciar de haber tenido más instinto.

Y es que las opciones fueron clarísimas para los locales, primero con un mano a mano de Mata con Porato, al poco con un paradón del meta francés a un remate de Negredo desde dentro del área y al saque del consiguiente corner, De la Red, completamente solo, mandó su cabezazo al palo izquierdo.

A base de juntarse más en el centro del campo, el Alavés frenó el brío inicial de los de Míchel y tuvo la fortuna y el acierto de hacer lo que no fue capaz de hacer el joven equipo blanco; marcar en su primera oportunidad. En un contragolpe llevado por Moral y Ogbeche, De Lucas sacó un recurso de fútbol sala y marcó un punterazo por toda la escuadra, sacando partido a la fragilidad de la defensa blanca.

 

Trayectoria sinuosa

Obligado el golpe el filial blanco, pero tras unos minutos de zozobra, los jugadores del Castilla volvieron a la carga y tuvieron incluso la mala fortuna de que el árbitro se tragara un penalti por una patada de Carpintero a Mata en la espinilla.

Obligado por las circunstancias, Míchel arriesgó con el cambio de Valero por el medio centro Tebar, y el Alavés a punto estuvo de aprovechar el tiempo que necesitó el filial blanco en acoplarse a la nueva situación. Así, al poco tiempo de la reanudación, Toni Moral obligó a lucirse a Codina al saque de una falta que sacaron entre el portero blanco y el larguero.

Sin embargo, el partido volvió a sufrir otro vuelco cuando, al poco de amonestar a un delantero blanco por simular un penalti, Teixeira Vitienes intentó paliar su error en la primera parte, señalando una pena máxima por supuesto enganchón de Pablo Casar.

Granero no falló desde los once metros e insufló nuevos bríos a un Castilla que volvió a crecerse y a embotellar en su área a un Alavés que seguía sin poder concretar su propuesta futbolística sobre el césped. El equipo de Fabri volvió a dar un paso atrás a la espera de un contragolpe y, como éste no llegaba, tuvieron que volver a refugiarse en Porato en estos momentos de crisis. Después de calentar con un disparo lejano de De la Red, el meta francés se lució con dos balones prácticamente a bocajarro, primero en un mano a mano contra Mata y poco después ante un balón que se encontró en el vértice del área pequeña albiazul.

El partido volvió a sufrir otro vuelco cuando el Madrid Castilla se quedó con diez jugadores por la expulsión de Valero por doble amonestación. Fabri vio entonces la posibilidad de ir a por los tres puntos y apostó por el juego directo con la entrada al campo de Aloisi y Arthuro.

Sin embargo, la apuesta no dio los frutos deseados e incluso con diez, fue el equipo de Míchel el que tuvo las oportunidades más claras, primero en un balón muerto dentro del área pequeña que el central Agus no supo meter en la portería de Porato y lo mandó a las nubes y en un contragolpe con el tiempo encima desaprovechado por fuera de juego.

R.M. CASTILLA-ALAVES

Stephane Porato

El portero francés salvó el punto con hasta tres intervención de gran mérito tanto en la primera como en la segunda parte.

DEPORTIVO ALAVES
1
R.M. CASTILLA
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