Después de meses de sangrantes enfrentamientos y de treguas infructuosas, los palestinos de Gaza celebran el acuerdo suscrito en La Meca entre Hamas y Al Fatah, pero temen que los tiroteos puedan reanudarse a la mínima oportunidad.

En su pequeña tienda del barrio Rimal, donde parece que se ha impuesto la normalidad, Maher al Khadry, de 35 años, acoge el acuerdo de La Meca con indisimulada satisfacción.

«Estoy aliviado desde que se firmó el acuerdo. Hemos tenido que superar días muy difíciles. Nada más anunciarse, salí corriendo a la calle con mis amigos para celebrar el acuerdo», cuenta.

Otros vecinos de Gaza, en cambio, se muestran más sombríos. Recuerdan que las múltiples treguas que se han firmado en las últimas semanas no han durado más que unas pocas horas. Unos días como mucho.

«Hemos tenido muchos acuerdos en el pasado. Todos ellos han sido ignorados y han fracasado. Esperemos que esta vez hayan actuado de manera seria y apliquen lo acordado», subraya Mohieddine Jaber, vendedor de electrodomésticos de 44 años.

Por primera vez en semanas, Jaber ha vuelto a abrir su comercio. Como la mayoría de los vecinos de Gaza permanecía tirado en el suelo cuando los combates entre palestinos alcanzaban su punto álgido.

Rasha Farhat, secretaria de una empresa privada de 30 años, por su parte, añade que «los dirigentes palestinos no tienen más que bellas palabras para ofrecernos. Más allá de gobiernos de unidad nacional, lo que tienen que hacer es encontrar a los criminales que son responsables de tantas muertes» y destaca que el acuerdo de La Meca sólo se mantendrá si hay voluntad de las dos partes.