Copa El Baskonia se queda sin final en el último cuarto
Vidal tuvo el triple de Herreros
Después de ir por delante durante todo el partido, al Tau se le fundieron los plomos en el último cuarto tras un partido durísimo de guerra de guerrillas, sólo metió doce puntos con cuatro minutos sin anotar, y el Real Madrid jugará hoy la final ante el Barcelona
TAU BASKONIA 72
REAL MADRID 74
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
No hubiese tenido la épica ni la remontada hubiera sido tan espectacular como la de aquel aciago 26 de junio de 2005, pero Sergi Vidal tuvo en sus manos una bonita forma de sacarse esa espina que todo el baskonismo tiene clavada desde entonces, pero tras un partido durísimo, el de Badalona no tuvo el acierto de Alberto Herreros en aquel maldito triple, el aro escupió el lanzamiento y el sueño copero del Baskonia se quedó ayer en el combate cuerpo a cuerpo que desempeñaron vascos y madridistas. Después de haber dominado un partido marcado por las faltas personales durante más de 36 minutos, al equipo gasteiztarra se le fundieron los plomos en un último cuarto en el que el aro se le hizo minúsculo, sólo 12 puntos tras cuatro minutos sin anotar, y el Real Madrid jugará esa final tan deseada y mediática ante el Barça.
Usando un símil ciclista, se puede decir que el Baskonia se vació intentando dejar de rueda al Madrid, pero que, tras hacer la goma en más de una ocasión, el equipo de Joan Plaza supo asestar el golpe en el momento preciso, tras 36 minutos y 16 segundos de verle la espalda.
En definitiva, el Real Madrid fue mejor fajador y, mientras el Baskonia perdió el norte en un último cuarto en el que se espesó su ataque, el equipo de Joan Plaza sacó sus mejores armas; defensa, el acierto de Bullock y el poderío de Reyes bajo los aros en los momentos decisivos de la semifinal.
Al menos se compitió
Después de todas las dudas que habían surgido en torno al equipo antes de la Copa, el balance final del torneo ha de servir para recuperar la confianza en la competitividad de un equipo que, pese a todas sus limitaciones, apostó por un partido físico en el que se fajó hasta el último instante, pero que terminó cediendo por culpa de los rebotes ofensivos que cedió sin su batería interior.
Aprendida la lección del único partido perdido en Zurbano en la presente campaña, el Baskonia salió decidido a marcar el ritmo desde el salto inicial y gracias al talento de Rakocevic y Scola, repitieron el 7-0 de parcial de la víspera. Intuyendo que la semifinal sería un duelo de desgaste, Plaza sorprendió dejando de inicio en el banquillo a Bullock y Raúl López y dando entrada a un Tomas al que no se le esperaba. Sin embargo, como no sucedió con el Caja San Fernando, Felipe Reyes igualó la batalla bajo los tableros y el Madrid cedió una ventaja mínima al término del primer cuarto, 21-19, ya con Bullock en acción.
Dándolo todo, el Baskonia pudo cerrar el rebote, una de sus grandes asignaturas pendientes, pero su intensidad se cobraba una cara factura en faltas. Con la lucha bajo aros igualada, Erdogan abrió la segunda brecha que parecía importante con ocho puntos consecutivos -dos triples y una bandeja- para poner un esperanzador 31-21.
Sin embargo, el Madrid no cedía y, sin grandes alardes, se mantuvo a tiro pese a que una discutida antideportiva de Sonseca a Scola dio otro arreón al equipo de Perasovic. Las sensaciones y los ocho puntos de renta al descanso eran ilusionantes, pero quedaba mucho, y al Madrid le quedaba la baza de Bullock, que redujo la ventaja en un abrir y cerrar de ojos.
Tras un tercer cuarto de desgaste en lleno de faltas e intentos baldíos del Real Madrid por ponerse por delante en el marcador, el equipo blanco cerró su aro y Bullock se encargó de poner por delante a su equipo por vez primera 66-68 a falta de 3,44. En esta fase final, minado por la ausencia de las referencias interiores, al Baskonia se le nubló la vista y, pese al acierto de Prigioni desde el tiro libre, el Real Madrid fue más sólido y logró el pase a la final.