Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 ha condenado al Ayuntamiento de Donostia a restaurar la explanada de Manteo para su uso como espacio libre, tal y como está previsto en Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.

La asociación de vecinos de Ulia, que recordó que antes de recurrir a los tribunales requirió al equipo de gobierno de Odón Elorza en numerosas ocasiones el respeto de la zona ante los vertidos de escombros que se venían realizando, subraya que para cumplir la sentencia es necesario retirar los escombros depositados. Por ello, aseguran que si el Consistorio no ordena retirar los restos de Manteo, presentarán una querella contra el alcalde «por prevaricación y malversación de fondos». «Se supone -señalan- que el alcalde debe defender la legalidad vigente, y no quebrantarla», afirman.

La agrupación vecinal apunta que el hecho constituye un «gravísimo acto de soberbia y prepotencia» y exige al alcalde que no persista en «su actuar prevaricador y no recurra la sentencia». Los vecinos también piden un pronunciamiento en el mismo sentido de todos los partidos con representación municipal.

Los citados escombros provienen de la calle San Francisco, que fue peatonalizada. Los vecinos denuncian que el Ayuntamiento pagó a la constructora para depositar los escombros en un vertedero controlado, si bien finalmente fueron depositados en la explanada de Manteo. «Es decir, se pagó un servicio a la constructora que posteriormente no se realizó», afirma el representante de la asociación, Félix Soto. En este aspecto, la sentencia apunta que el Ayuntamiento no pidió los permisos pertinentes para verter los escombros en la zona, con los que pretendía habilitar un aparcamiento, proyecto que posteriormente fue descartado.

«No es posible plantar ahí»

Los vecinos explican que, una vez interpuesto el recurso, el Ayuntamiento cubrió la zona con una fina capa de tierra. Sin embargo, recuerdan que los técnicos, «incluso la maestra de jardinería y un ingeniero agrónomo» coincidieron durante el reconocimiento judicial en señalar que tras el vertido de escombros «no es posible la plantación de arbolado» en la zona, que según consta en el planeamiento urbanístico tienen carácter de zona de estancia arbolada.

Además, los vecinos de la zona recuerdan que al lado de los escombros se ubica el instituto Zubiri-Manteo. «Nosotros nos preguntamos qué hubiera pasado si el centro docente, en lugar de ser público, fuese privado; qué hubiera pasado si hubieran vertido los escombros ante el centro de los Jesuitas».