Su primera etapa como presidente le sirvió para comprobar en primera línea la dificultad de competir en la Asobal y de moverse con éxito en el mercado del balonmano. Con la lección aprendida, José Angel Sodupe confía en que Bidasoa deje atrás definitivamente los apuros económicos y deportivos que padece de un tiempo a esta parte.

En los últimos meses se habían realizado muchas críticas acerca de la gestión del club, pero a la hora de la verdad, al margen de usted, no se ha presentado ningún candidato a las elecciones a la presidencia. ¿Qué opinión le merece esta circunstancia?

Te quedas un poco defraudado después de las críticas que ha habido, que, por otro lado, son todas respetables. Nosotros somos los primeros en reconocer que hemos cometido errores. Pero esos errores se han producido por las circunstancias tan difíciles con las que nos hemos encontrado, teniendo en cuenta que competir en la Asobal está cada vez más difícil. Se rumoreó que podía haber alguna candidatura, aunque a la hora de la verdad no ha sido así. Si la situación del club fuera voyante, probablemente habría habido cuatro o cinco candidatos.

En vista de la situación económica de la entidad, ocupar actualmente la presidencia del Bidasoa es una patata caliente. ¿Qué le ha llevado a presentarse de nuevo como presidente?

En primer lugar, los amores al Bidasoa. Quiero a este club y lo siento muy dentro desde hace muchísimos años. Al margen de esto, yo soy muy cabezota y me gusta terminar bien lo que empiezo. Por ello, mi reto para los próximos cuatro años es procurar dejar al club a cero. Si lo podemos dejar en superavit, pues mucho mejor.

Cuando se estrenó como presidente hace cuatro años, ¿pensó que desempeñar el cargo iba a resultar tan complicado?

Hace cuatro años, cuando presentamos nuestra candidatura, diseñamos un proyecto muy ambicioso, incluso a nivel deportivo. Pensábamos que todo iba a ser más sencillo, pero la realidad te demuestra que las cosas no son tan fáciles. En Gipuzkoa somos muchos equipos de élite y todos tenemos derecho a vivir. ¿Qué es lo que pasa con esto? Las instituciones son la principal fuente de financiación, y éstas te dan lo que te dan. Yo estoy muy agradecido con lo que nos dan, aunque siempre te parece poco. De lo malo malo, creo que a nivel deportivo no nos podemos quejar, ya que llevamos dos años consecutivos jugando en Europa. La única asignatura pendiente es el tema económico. Esperamos solucionarlo pronto.

En el primer año de su mandato no se cumplieron las expectativas. No obstante, los mejores resultados deportivos llegaron casualmente cuando no tuvieron más remedio que reducir el presupuesto y apostar por la juventud de la mano de Julián Ruiz.

Como te he dicho antes, accedimos a la presidencia con mucha ambición y quizás con prepotencia. Hicimos la plantilla que queríamos, con el entrenador que queríamos y nos marcamos retos desde el principio de temporada, que eran ir a Europa y demás. Aquello me ha enseñado a que hay que ser humildes, que hay que ir paso a paso. En ese primer año acabamos destituyendo al entrenador. Además, jugadores contrastados a nivel internacional no funcionaron. Nos llevamos un varapalo económico que nos obligó a cambiar de filosofía radicalmente, a hacer un giro de 180 grados. Empezamos por confeccionar una plantilla joven con un único objetivo: salvarse. Tuvimos el acierto de traer a Julián Ruiz y de fichar buenos jugadores. Tal y como está la Asobal y el mercado del balonmano, no nos queda otra que recurrir a esta filosofía y fichar a gente joven que se forme aquí durante dos o tres años, sabiendo que luego igual se te van a marchar. Por desgracia, hasta que no consigamos subir un par de peldaños más, va a ser muy difícil retener a los jugadores que nos interesan.

En los últimos meses se ha hablado incluso de que existía riesgo de desaparición. ¿La situación económica es tan dramática?

El Bidasoa sigue vivo, ¿no? Lo que dramatizó más la cosa fue que fuimos muy transparentes en la asamblea del pasado año. Los números que cantamos eran reales, nada ficticios. Si llegamos a retocar las cuentas con una serie de cosas que estaban a punto de firmarse, pero sin firmar, el déficit hubiera sido mucho menor y la gente no se hubiera asustado tanto. La situación parecía muy dramática, pero afortunadamente se está solucionando, gracias a una serie de sponsors que han ido saliendo, tanto oficiales como privados. Lo que hay que hacer en momentos difíciles es ayudar y no echar leña al fuego. Bidasoa se encontraba entonces en una situación delicada, que no caótica, en la que las críticas poco ayudaban. Se ha demostrado que la gestión tampoco ha sido tan mala, porque seguimos y vamos a seguir vivos.

El equipo salió el sábado de zona de descenso tras ganar al Arrate. ¿Cómo ve la segunda vuelta?

Muy esperanzado tras la última victoria. Han sido dos meses matadores en los que no ha habido Liga y hemos estado, por lo tanto, sin poder salir de allí. Yo creo que el fichaje de Akos Kis ha sido un acierto en defensa, que era nuestra asignatura pendiente. De todos modos, si te pones a analizar, estamos a dos puntos del descenso pero a cuatro del séptimo. A poco que nos salgan bien las cosas, esperemos que en marzo o abril estemos ya salvados y podamos pensar, si es que hay posibilidades, en algo más.