La ONG Survival International ha denunciado que policías y guardas forestales de la Reserva Central del Kalahari, en Bostwana, detuvieron recientemente a un grupo de bosquimanos bajo la acusación de practicar la caza ilegal en estos territorios. La detención se produjo dos meses después de que el Tribunal Supremo de Bostwana dictaminara que los bosquimanos expulsados de estas reservas «tienen derecho a habitar en sus tierras ancestrales», de las que fueron expulsados hace cuatro años por el Gobierno para destinar esos territorios al turismo y la explotación de diamantes.

Según la denuncia, seis bosquimanos fueron «retenidos durante seis días» y después fueron puestos en libertad sin cargos. La ONG denuncia que durante cuatro días fueron «privados de todo alimento» y la policía «les amenazó a punta de pistola». Además, señala que «uno de los hombres y su mujer fueron golpeados por impedir que guardas y policías registraran su hogar sin una orden».

La Reserva del Kalahari fue designada por las autoridades como zona de protección de la fauna y flora de la desértica África meridional, pero los bosquimanos mantienen que la razón de su expulsión no era la protección de la naturaleza sino «despejar la zona para explotar nuevos yacimientos». El Gobierno, por su parte, esgrimía que es «una zona sin servicios de salud ni escuelas» y que los bosquimanos vivirían mejor en asentamientos fuera del lugar.

El Tribunal Supremo dictaminó por fin en diciembre que la expulsión de los bosquimanos era «ilegal e inconstitucional» y que tienen derecho a vivir en su tierra ancestral dentro de la Reserva, así como «a cazar y a recolectar en la reserva», sin tener que solicitar permisos para entrar en ella.