Nys -él prefiere que se escriba así aunque Nijs también es correcto- no ha perdido la corona en el reinado de los flamencos, sino que ha avasallado. Sus números certifican su dictadura; con las dos victorias finales de este año, suma ya cinco Copas del Mundo y siete Superprestigio, un récord, así como 36 y 37 triunfos parciales, respectivamente. Inalcanzable. Pero el rey es vulnerable una vez al año, en el Campeonato del Mundo. Una vez más, el síndrome del Mundial pudo con él y se volvió a quedar con el sabor amargo de un fracaso que para él no es tanto: «Ya he sido campeón del mundo -en 2005- y no tengo que demostrar nada más», aseguró a GARA antes de Igorre. Es, sin duda, el emperador de la especialidad, y ocupa un trono en el que antes estuvieron otros cinco reyes: André Drufraisse (campeón mundial en 1954, 1955, 1956, 1957 y 1958) , Renato Longo (1959, 1962, 1964, 1965 y 1967), Erik de Vlaeminck (1966, 1968, 1969, 1970, 1971, 1972 y 1973), Albert Zweifel (1976, 1977, 1978, 1979 y 1986) y Roland Liboton (1978, 1980, 1982, 1983 y 1984). Posiblemente, Nys sea el mejor aunque su talón de aquiles mundialista impida a menudo confirmarlo rotundamente.

Dominio absoluto

La competición, una vez más, ha girado en torno a tres torneos: Copa del Mundo (11 puntuables), Superprestigio (ocho) y GVA (seis), más el Campeonato del Mundo y el Campeonato nacional. Pues bien, Nys ha sumado nada menos que 19 de esos 27 posibles triunfos (un 70%): ocho SP, siete CDM y cuatro GVA. Al margen del Mundial, sólo cinco corredores han doblegado a Nys. En la Copa del Mundo, Simunek venció en Tabor, Mourey en Treviso, Wellens en Milan y en el Campeonato de Bélgica y Vervecken en Hofstade, mientras que Albert ganó dos GVA. Precisamente, Mourey, Wellens y Vervecken han sido los únicos que han podido hacer sombra al monarca Nys.

El de Rabobank ha terminado una temporada más como el número uno de la UCI con 3.650 puntos por 2.792 de Wellens y 2.610 de Vervecken; en el Superprestigio, ha sumado 150 puntos por 110 de Vervecken y 103 de Wellens; y en la GVA 273 puntos, por 238 de Albert y 220 de Groenendaal.

Se podría decir que sólo ha dejado las migajas; sin embargo, Nys siempre tiene un pero, el mismo de todos los años: el Mundial. De nuevo, 11º, se le escapó el premio gordo -sólo lo ha ganado en 2005- todo lo contrario que a Vervecken, un ciclista gris, pero que se crece en el mundial y que sumó su tercera corona. Un podio inédito, sin duda, el de Hoogerhide pues tras Vervecken llegaron el estadounidense Page y el italiano Franzoi en el peor Mundial para los flamencos de la última década.

El ciclocross es cada vez más internacional si bien el reino de los flamencos está lejos de caer y es que ocupan diez de los primeros 15 puestos en la UCI: Nys (1º), Wellens (2º), Vervecken (3º), De Knegt (4º), Vanthourenhout (5º), Vantornout (7º), Pauwels (10º), Aernouts (11º), Al (13º) y Groenendaal (14º). Los intrusos son: los suizos Heule (6º) y Zahner (15º), los franceses Mourey (8º) y Gadret (9º) y el checo Dlask (12º).

Mourey, Franzoi y los yanquis

Nys, Wellens, Vervecken... Los mismos nombres de siempre han dominado, aunque hay que destacar algunos apuntes. Por un lado, la consolidación de Mourey y Franzoi, codo con codo con los flamencos, y, por otro, la revelación de Vantornout.

Entre los más jóvenes, han destacado precisamente Franzoi (23 años) y Vantornout (23), además de Aernouts (24), Stybar (20), Simunek (22), Chainel (22) o Zahner (22). Pero, por encima de todos, destacan Boom y Albert, ambos de 20 años, y que por ese orden ocuparon las dos primeras plazas en el Mundial sub 23 bajo bandera holandesa y belga, respectivamente. Tienen unas cualidades extraodinarias para el barro, así que el reinado flamenco está lejos de acabar. Y no conviene pasar por alto las tres medallas de plata de Estados Unidos en el Mundial, en elite, féminas y juveniles. El próximo año la inaugural de la Copa del Mundo se disputará en territorio yanqui y el 2 de diciembre el turno corresponderá a Igorre.