Las pérdidas humanas y económicas están siendo muy importantes para Bolivia como consecuencia de las inundaciones ocasionadas por las tormentas causadas por «el Niño», que han anegado el departamento de Beni, al norte del país, y amenazan con extenderse también a Pando, ya que las previsiones metereológicas anuncian fuertes tormentas en ese departamento.

Por el momento son ya al menos 35 las víctimas mortales contabilizadas como consecuencia de las inundaciones, pero hay decenas de desaparecidos y son 15.000 las familias afectadas sólo en el departamento de Beni y 70.000 -250.000 personas-, en todo el país. Además, las pérdidas económicas se acercan a los cien millones de euros.

En el departamento de Beni, fundamentalmente ganadero, se han perdido alrededor de 25.000 cabezas de ganado, y a ello hay que sumar los importantes destrozos que las riadas están causando en viviendas e infraestructuras, prácticamente destruidas, lo que dificulta enormemente la llegada de la ayuda humanitaria nacional e internacional hasta el lugar donde están los afectados.

Garantizar la vida

El Gobierno de Evo Morales, que estos días ha visitado Trinidad, la capital de Beni, comunicó el sábado que su prioridad es garantizar la vida de la población que está siendo víctima de «el Niño», en coordinación con las administraciones locales.

«Desde todas las instancias vamos a hacer todos los esfuerzos para garantizar la vida, alimentación, agua potable, atención a la salud y un techo a la población que se ha visto afectada por las riadas», declaró el vicepresidente, Álvaro García.

El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional de Bolivia (COEN) continuó ayer con las labores de rescate en las zonas inundadas de Beni y el aprovisionamiento de alimentos a los damnificados.

Ayuda

Desde el departamento más afectado, donde los rescates se están llevando a cabo con el apoyo de botes y tres helicópteros facilitados por el Gobierno de Argentina, se informó de que se requiren alimentos, servicios de salud y albergues.

Además de la ayuda recibida desde Argentina, el Gobierno boliviano agradeció las donaciones de Chile, Venezuela, Perú, Italia, Estados Unidos, Estado francés y Brasil, así como la de otros países que continúan enviándola.

Las inundaciones comenzaron en diciembre cuando las torrenciales lluvias provocaron el desbordamiento de numerosos ríos, que hicieron que unas 70.000 hectáreas de cultivo quedaran anegadas por el agua. «El Niño» afectó a ocho de los nueve departamentos de Bolivia, no sólo con fuertes precipitaciones sino también con sequías y heladas que han cau- sado daños importantes. Sin embargo, el departamento más afectado ha sido Beni.