El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, de 80 años de edad, dijo ayer estar «convencido» de que obtendrá la victoria y será reelegido en la primera vuelta de las elecciones, que se celebraron ayer en el país. Si ninguno de los quince candidatos logra la mayoría absoluta, el próximo 18 de marzo se celebraría la segunda vuelta.

«Voy a ganar en la primera ronda», dijo el líder del Partido Democrático Senegalés (PDS) tras votar en el centro electoral que funciona en una escuela franco-árabe de Dakar.

Sonriente y saludando a cientos de seguidores, Wade dijo que su optimismo está justificado por los comentarios favorables y porque «nunca hemos visto una afluencia parecida en los centros de votación».

En efecto, los votantes, que madrugaron para acudir a las urnas, formaron largas colas ante los centros electorales de la capital y del interior del país, según destacaron las emisoras de radio locales.

Aparte de la asistencia masiva, la nota dominante fue la llegada tardía de agentes encargados de las mesas de votación y la falta de papeletas de algunos candidatos en algunos colegios electorales, lo que ocasionó en algunos casos retrasos de dos horas en el comienzo de la votación.

También, la tinta indeleble fue objeto de controversia pues los representantes de la oposición pusieron en duda la fiabilidad del proceso.

«La tinta desaparece fácilmente», lamentó Mamadou Ba, dirigente de la Liga Democrática (LDMPT). Ba dijo a la emisora Sud FM que había comprobado personalmente el producto y sus protestas interrumpieron el proceso de votación en su colegio electoral, mientras exigía una tinta que fuera de verdad indeleble.

Otros dirigentes políticos, como el diputado del ex gobernante socialista Khalifa Sall, denunciaron la misma irregularidad y afirmaron que la ausencia de un tinta verdaderamente indeleble sirve a los propósitos de Wade para renovar su mandato.

El secretario ejecutivo del Encuentro Africano para la Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO), Alione Tine, lamentó los fallos registrados, aunque destacó los aspectos positivos de la jornada: «La realidad más visible es la participación masiva de los electores y su comportamiento responsable, votando en calma y con disciplina».