El Real Unión debe dar por bueno el puntito que se trae desde Luanco al quedarse con un hombre menos mediada la segunda mitad. Aunque el empate no sirve demasiado de cara a adelantar posiciones en la dura pelea por los puestos de ascenso, mantener el tipo en defensa, sin excesivos problemas, a pesar de la expulsión del central blanquinegro Iñaki Berruet en el minuto 74 y ante un Marino crecido es algo que habla bien del trabajo colectivo realizado por el equipo irundarra.

El Marino de Luanco realizó un primer tiempo espléndido, y tuvo ocasiones para desnivelar el marcador a su favor con holgura, pero pagó muy caro el gran esfuerzo físico realizado sobre un campo muy blando y pesado.

La segunda mitad resultó más equilibrada, y aunque los dos equipos lo intentaron, al final del encuentro el marcador no funcionó y cada once suma un punto en su casillero. Los guipuzcoanos son sextos en la clasificación igualados a 39 puntos con el Burgos.

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