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OSASUNA Sigue a cinco puntos del descenso

Amarga celebración del encuentro número mil en Primera

Osasuna volvió a desaprovechar otro partido casero para poner tierra de por medio con los puestos peligrosos de la tabla. Los rojillos no tuvieron la misma actitud que el jueves y acabaron pagándolo.

OSASUNA

0

ESPANYOL

2

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Ni hubo celebraciones especiales ni el equipo conmemoró con una victoria el que Osasuna sumara su partido número mil en Primera División. Este encuentro milenario pasará a la historia rojilla con más pena que gloria, un choque que careció de intensidad por parte local.

Pese al ultimísimo premio, el desgaste que los de Ziganda realizaron ante el Girondins no presagiaba nada bueno de cara al segundo choque casero consecutivo de los navarros. Hubo quienes ya en ese momento avisaron de que el cansancio podía pasar factura en forma de derrota ante el Espanyol, y no se equivocaron ni media.

Unidas la fatiga de los titulares en competición europea y la falta de actitud de quienes deben saber aprovechar las oportunidades que se les brindan, el envite pronto se decantó del lado visitante. La fragilidad de la zaga rojilla en su ala derecha -Izquierdo y Cuéllar no están al nivel de los titulares- inclinaba a pensar que nada bueno podía venir de ese costado.

Y efectivamente, una pérdida de balón del riojano -no fue la primera ni la última- más la descolocación en cadena de la línea defensiva local provocó que la buena arrancada de Jonatas fuera materializada por Coro. No había pasado ni un cuarto de hora y el partido ya estaba ventilado del lado blanquiazul.

Se fraguaba la quinta derrota en El Sadar y lo más triste es que ya para ese tempranero minuto se trasladaba a la grada la sensación de que no iba a ser posible la remontada. Ni una sola oportunidad durante toda la primera mitad confirmaba tal apreciación.

La magnífica trayectoria casera de entre finales de noviembre y mediados de enero, que se truncó con la visita del Barcelona, quedaba para el baúl de los recuerdos. Antes de encarar el maratón de partidos de febrero en propio feudo, plantilla y cuadro técnico hablaron de magnífica oportunidad para mirar hacia arriba.

Pasados ya los dos encuentros ligueros de esa prolongada tanda, los rojillos no deben preocuparse por el mal de altura, más bien el vértigo proviene por ver cómo, poco a poco, la distancia con ese inquietante antepenúltimo puesto se va recortando. De poder estar a tres puntos de los puestos europeos, caso de que se hubieran solventado con éxito los dos choques ante Celta y Espanyol, Osasuna ha pasado a ver cómo sus inmediatos perseguidores -celtiñas, Betis, Levante y Mallorca- van recortando diferencias.

Reencuentros

Este histórico partido, que fue también el del reencuentro -bastante frío, por cierto- de Moha con la que fuera su afición en las últimas temporadas y de Juanfran con su ex equipo, confirmó, además, el bajo momento de juego que vive el conjunto dirigido por Ziganda. A la nulidad creadora del primer periodo le siguió una segunda parte en la que un disparo con mucha intención y colocación del de Crevillente -animado por las particulares cualidades técnicas de Kameni- fue el único oasis del desierto de juego local.

Muy poco bagaje para una escuadra que brilló como pocas hace sólo dos meses y que ahora está ofreciendo su cara más amarga. Cuatro puntos de dieciocho posibles en los últimos seis encuentros ligueros es un escaso rédito, aspecto éste muy necesario para que el equipo encare con tranquilidad las otras competiciones en las que se encuentra inmerso.

Aunque de refilón, Ziganda ya dejó caer ayer que era hora de abandonar algún que otro torneo, como es el caso de la rémora de la Copa, en la que habrá descanso para la gran mayoría de jugadores titulares. A nadie se le debe olvidar que es la Liga la que, a la postre, da y quita lustre a un equipo.

José Angel Ziganda: «O cambiamos el chip o acabaremos teniendo algún serio disgusto"

Ante la segunda derrota consecutiva en casa, José Angel Ziganda dio un toque de atención a los suyos: «O cambiamos el chip o acabaremos teniendo algún serio disgusto». De esta forma tan explícita, el técnico rojillo se refirió a la diferente actitud que protagonizan sus pupilos cuando se trata de la Liga o de los partidos europeos.

«Gastamos demasiadas balas entre semana -prosiguió el de Larraintzar- y llegamos justos al domingo. Hemos perdido justamente porque no había frescura, ni chispa, ni intensidad. No se puede permitir en Primera División encajar un gol como el primero ni que nos rematen en todos los corners, a diferencia del jueves».

Respecto a la situación clasificatoria, el técnico osasunista reconoció que «estamos perdiendo mucha ventaja y tranquilidad, mientras que el resto de rivales suman». Ziganda no tuvo reparos en admitir que «estamos en demasiadas competiciones» y avisó de que «muchos jugadores deben descansar».

«Debemos ponernos las pilas rápidamente o lo pasaremos mal. Otra vez se ha visto desde el principio que teníamos muchos problemas para crear ocasiones y hacer goles», concluyó.

Por su parte Ernesto Valverde, técnico del Espanyol, aseguró que su tercera victoria seguida en Liga «nos da mucho aire» y habló de comenzar a mirar hacia arriba. «Osasuna ha acusado mucho el esfuerzo que tuvo que realizar entre semana y hemos tenido ocasiones para hacer más goles», indicó.

N.M.

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