A falta de más de un mes para la celebración en Ecuador de la consulta popular que pide la formación de una Asamblea Constituyente con plenos poderes, ayer arrancó la campaña. El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Jorge Acosta, abrió un periodo de 45 días para incentivar a la población a participar en el referéndum.

La papeleta tendrá una única pregunta: «¿Aprueba que se convoque e instale una Asamblea Constituyente con plenos poderes, de conformidad con el estatuto electoral que se adjunta para que transforme el marco institucional del Estado y elabore una nueva Constitución?».

La Constituyente estará integrada por 130 delegados y tendrá una duración de 180 días, con derecho a prórroga de 70. Las decisiones que adopte deberán contar con el respaldo de la mitad más uno.

En la consulta, el «sí» deberá alcanzar más de 3,5 millones de votos. Algunos expertos en la materia alegan que es necesario que obtenga la mayoría absoluta y no la simple como ocurrió hasta 1998.

Según las últimas encuestas, el 70% de los ecuatorianos respalda la Asamblea, una propuesta defendida por el presidente Rafael Gurrea.

No obstante, la consulta ha provocado el rechazo de los partidos de derecha que estaban estudiando emitir un pronunciamiento institucional sobre la resolución del TSE. Varios diputados no descartaron la posibilidad de solicitar la renuncia de los vocales del Partido Renovador Institucional, Social Cristiano y Demócrata Cristiano.

Pese a esta oposición, Acosta subrayó que la cita del 15 de abril será «una fiesta cívica determinante» para cambiar el destino de Ecuador.