Los expertos coinciden en señalar que los glaciares del Tibet, los más altos del mundo, se verán reducidos en una tercera parte para el año 2050 y en la mitad para 2090.

«Está claro que el derretimiento se acelera y que la cantidad de nieve disminuye. De hecho, el nivel del agua baja y las reservas, también», explicó Kang Shichang, del instituto de investigación del departamento tibetano de la Academia de las Ciencias Sociales de China.

Las previsiones son inquietantes, puesto que las montañas del Tibet, con una altura de más de 4.000 metros, son la fuente de, entre otros, los ríos Ganges, Brahmaputra, Indus, Yangtse, el Río Amarillo y el Mekong. Directa o indirectamente, alrededor de tres mil millones de personas estarán amenazadas a medio plazo por la falta de agua.

«En China, 300 millones de campesinos de las regiones del oeste se verán probablemente afectados por la reducción del volumen de agua que desciende de los glaciares», según un informe del pasado año del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Sin cambios

Si el problema del calentamiento climático es una de las grandes cuestiones actuales en el mundo, al pie del glaciar Nojing Kangtsang (7.191 metros), entre Lhassa, capital del Tibet, y el Everest, la vida de los habitantes del paso de Karo-La, que viven de la ganadería del yak y de la venta de recuerdos a los turistasa apenas ha cambiado.

En las últimas semanas las temperaturas registradas en el Tibet fueron calientes. «Tuvimos temperaturas tres grados superiores a lo que es normal entre diciembre y febrero», señaló Song Yanling, del Instituto Meteorológico chino. El mercurio registró una media de 3,4 grados más en este período. «Para el conjunto del Tibet, éste ha sido el segundo mes de febrero más caliente desde hace treinta años», indicó.

«Bajo la influencia del calentamiento global, el clima en el Tibet está sufriendo cambios significativos», argumentó el ingeniero Xu Liangyan.

Quesan, pequeño agricultor y autoridad en Hamu, localidad situada a la orilla del lao Yamdrok-So, confirmó que el comiento del año ha sido «particularmente clemente», pero añadió que el final de 2006 «ha sido duro y ha nevado abundantemente».

Las aguas turquesas del lago, en un nivel bajo y haciendo caso omiso al hielo, dan prueba de las elevadas temperaturas registradas en enero y febrero. Y las numerosas montañas del Himalaya que lo circundan sólo muestran, en el mejor de los casos, nieve o hielo espolvoreado en sus vertientes.

Para Kang Shichang, de la Academia de Ciencias Sociales, «la actividad humana es también responsable en parte de la degradación del medio ambiente». Ecologistas y científicos han denunciado muchas veces el bombeo del agua del Tibet para la voraz industria china.