Al menos veinte personas murieron y decenas más resultaron heridas en el sureste de EEUU tras el paso de varios tornados, y el Servicio Meteorológico extendió ayer sus alertas a los estados de la costa este, desde Carolina del Norte hasta Virginia.

Las autoridades manifesaron que los vientos causaron la muerte de una niña en el Estado de Missouri, diez personas en Alabama y nueve en Georgia, y causó importantes daños en Kansas. Hace apenas un mes un solo tornado mató a veinte personas en el centro de Florida.

Los tornados forman parte de un frente de tormenta que el jueves por la noche se extendía desde Minessota al Golfo de México y ayer se trasladaba hacia la costa este estadounidense.

En Chicago (Illinois), las ventiscas y la niebla originaron la suspensión de más de 400 vuelos en el aeropuerto internacional O'Hare.

En Enterprise, Alabama, ocho estudiantes murieron cuando un tornado demolió las paredes de la escuela de secundario de la ciudad y el techo se desplomó sobre alumnos, maestros y personal que se había refugiado en su interior al término de la jornada y ante las alertas de fuertes vientos.

Los tornados derribaron árboles y farolas, arrasaron centenares de casas prefabricadas y volcaron cientos de vehículos.

Expertos manifestaron que en verano, EEUU sufrirá huracanes de mayor intensidad, aunque no más numerosos, que en años anteriores, como consecuencia del fenómeno «el Niño».