Antonio Alvarez Solís 2007/3/3. Euskal Herria.

No creo que el Partido Socialista pueda con la nueva situación penitenciaria del Sr. De Juana, que vista sin dengues sigue siendo un encarcelamiento, aunque recortado de ferocidad. De entrada, el Partido Socialista ha moderado su táctica política para ayudar al PSE en la batalla vasca, pero ¿es eso lo que quieren los llamados socialistas de transDuero e incluso una serie de socialistas vascos como la Sra. Rosa Díez? No nos engañemos, esos socialistas mantienen la misma postura antinacionalista que los «populares» (...). Si la decisión del Sr. Zapatero respecto al Sr. De Juana (...) le gana votos en Euskadi los perderá a chorros en el Estado, ya que la postura política y aceptemos que «humanística» protagonizada por el Sr. Rubalcaba sólo tendrá eficacia tanto en Euskadi como en España si la negociación para la paz progresa con rapidez y sustancia, es decir, con hondura política. Si esa negociación vuelve a languidecer diluida en la pura retórica, la moderación del castigo penitenciario al Sr. De Juana se convertirá en trampa para el propio cazador electoral, Sr. Zapatero. La situación real es ésta: el Sr. Zapatero solamente logrará provecho en la postura adoptada respecto al Sr. De Juana si consigue lograr una paz cierta en Euskadi -lo que agradecerían incluso muchos españoles-, pero esa paz no se limita al cese de la violencia física sino a la consecución de las ambiciones profundas de la mayoría de los vascos. El Sr. De Juana ha prestado, de paso, un profundo servicio de clarificación externa e interna al nacionalismo euskaldun. Las cartas están descubiertas. El PP sabe que ellos y los socialistas juegan ahora la partida definitiva: o paz con autodeterminación -pierde PSOE en España- o retroceso a un horizonte aún más deteriorado -gana PP.