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Tablas que alejan la utopía Las excesivas pérdidas de balón condenan a Lagun Aro

El Alavés perdió su primera gran opción de reengancharse a la lucha por el ascenso ante un Murcia que dio por bueno el punto que le sirve para mantener ventajas y tener el gol average a favor con el equipo albiazul El choque se rompió tras el descanso, cuando la «Penya" se escapó de once

MURCIA 1
 
DEPORTIVO ALAVÉS 1
 

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

El Deportivo Alavés fue incapaz de sacar ayer al Murcia del guión que el equipo de Alcaraz dispuso y sufrió un frenazo en seco en sus aspiraciones de ascenso. Pese a adelantarse en el minuto 3 gracias a un dudoso penalti, fue el equipo rival el que marcó los ritmos del partido y, una vez logró el empate, ofreció unas tablas que para el equipo de Piterman no eran suficientes pero que no fueron capaces de evitar, por mucho empeño que pusieran en ello.

A pesar de la derrota del Cádiz en Castellón, se puede decir que el equipo pimentonero dio un paso atrás para coger impulso -dedicó toda la segunda parte a mantener el empate-, mientras que el ritmo albiazul es completamente insuficiente, porque las distancias respecto a los primeros se mantienen y la capacidad de reacción es cada vez mucho menor.

Todo se le puso de cara muy pronto al Deportivo Alavés, con un dudoso penalti muy tempranero. De Lucas entró por su banda, puso el balón en el área y Aloisi fue arrollado por un defensa cuando el delantero se disponía a rematar. El ariete australiano no falló desde los once metros y el partido se le puso como más le gusta al equipo albiazul, con opciones de jugar al contragolpe.

No obstante, el Murcia parecía decidido a demostrar que, de haber un candidato al ascenso ayer sobre el terreno de juego, ése era el equipo pimentonero. Amparados en la gran labor en punta de Aranda y, sobre todo, Iván Alonso, tomó el mando del partido y sólo le hicieron falta poco más de diez minutos para igualar la contienda. Richi metió un pase en profundidad a Iván Alonso y el ex delantero albiazul demostró ser uno de los jugadores más desequilibrantes de la categoría, definiendo con maestría un gol que no celebró por respeto a la que fue su afición antes de que marchara a tierras murcianas.

Con el centro del campo bajo su control, los de Alcaraz siguieron haciendo daño con sus balones a la espalda de los centrales y Bruno tuvo en sus botas el tanto para adelantar a su equipo tras una gran jugada con túnel incluido.

Sin embargo, el Alavés no le perdió la cara al partido y comenzó a estirarse con cierto peligro, especialmente por banda derecha, donde el indultado Edu Alonso lograba percutir, aunque sin excesiva suerte en el último pase. Aloisi, en un balón que no controló bien, tuvo una bonita opción en un final de primera parte entretenido, sin un dominador claro y con detalles de calidad por ambos bandos, como era previsible con dos de las mejores plantillas de la categoría.

Paso atrás

El partido estaba siendo bonito para el espectador, muy pocos en Mendizorrotza y menos aún cuando Eztanda Norte, que había animado con entusiasmo durante la primera parte, abandonó su grada por algún incidente con la Ertzaintza, pero Alcaraz decidió que no le convenía un partido abierto y el Murcia, que había presionado bastante adelante durante la primera mitad, echó un paso atrás para amarrar un punto que le servía para mantener distancias y tener el gol average a favor con los albiazules.

Así, el caudal ofensivo de ambos equipos, que había sido tan importante al inicio, cayó muchísimo y, si bien por intención se puede decir que el Alavés mereció algo más, nunca llegó a desarbolar a un equipo con mucho empaque, como corresponde al vicelíder. Piterman lo intentó cambiando de puntas y Alcaraz fue quitando a sus dos estiletes para dar más músculo a su centro del campo y se llevó el punto que buscó, tras marrar Toni Moral y Arthuro las dos ocasiones claras creadas, más por inercia que por argumentos.

 
Piterman no quiso desvelar si habrá «otra víctima"

Aprovechando el resquicio legal que le permite estar 15 días sin tener un entrenador con «título nacional», Dmitry Piterman ejerció ayer de técnico sin que nadie que le pusiera el carné. Preguntado al término del partido por cómo iba el «casting» para encontrar a ese entrenador que acepte el rol que el ucraniano tiene asignado a los técnicos, Piterman se limitó a explicar que han tenido varios ofrecimientos, pero se negó a desvelar si va a haber otra «víctima», como él mismo denominó, que pudiera llegar.

El ucraniano parece muy a gusto con Edu Carrera y Alberto Garmendia y dejó entrever la posibilidad de que no llegue nadie nuevo, algo para lo que sería necesario que Chuchi Cos figurase como el entrenador oficial, aunque sin llegar a interferir ni en el trabajo diario ni en las alineaciones ni en las decisiones durante los partidos. El ucraniano citó a los medios para una rueda de prensa, que dará mañana, en la que aclarará todos estos aspectos. J.O.

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