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DERRUMBE DEL SISTEMA SANITARIO EN IRAK

Unos 4.500.000 de niños iraquíes padecen desnutrición, según UNICEF

Unos 4.500.000 de niños iraquíes sufren desnutrición, según constata UNICEF. Las dos guerras que impulsaron los dos George Bush que han presidido EEUU y el embargo que padecieron entre ellas ha provocado que el sistema sanitario del país árabe, que en su momento alcanzó estándares europeos, se haya derrumbado. La consecuencia es que los sectores más débiles de la población padecen enfermedades que se pueden curar fácilmente.

GARA | BAGDAD

Además de las bombas que caen en sus escuelas y en sus casas, los niños iraquíes padecen altos niveles de desnutrición, según denuncian los expertos. La pobreza y la inseguridad son la principal causa del deterioro de su dieta. A pesar de los esfuerzos de las ONGs y del Gobierno iraquí, la violencia y el desplazamiento de cientos de miles de personas hacen que sea extremadamente complicado hacer llegar a las familias necesitadas los alimentos que precisan para sobrevivir, según destaca la agencia de noticias IRIN, dependiente de la ONU.

«Somos desplazados y tenemos que cambiar el lugar en el que vivimos cada mes [debido a los enfrentamientos sectarios], lo que hace que sea muy difícil para nosotros conseguir las raciones de comida. Como consecuencia de ello, nuestros hijos están permanentemente enfermos y desnutridos porque no tenemos suficiente dinero para comprarles comida», explica Samira Abdelkarim, una madre con tres hijos que se vio obligada a abandonar el barrio de Yarmuk en el que vivía para instalarse en las afueras de Bagdad.

«Perdí un hijo hace tres meses debido a la desnutrición. Sólo tenía dos años. No quiere perder a mis otros tres hijos y espero que alguien pueda ayudarnos a superar este problema», añade Samira.

La situación de Samira Abdelkarim no es más que la punta del iceberg, según subraya Claire Halaj, responsable de Comunicación del Centro de Apoyo a Irak de UNICEF, con sede en Amman, la capital de la vecina Jordania.

Así, UNICEF denuncia que uno de cada diez niños iraquíes menores de cinco años tiene menos peso del que debería para su edad y que unos 4.500.000 de niños están desnutridos en ese país árabe.

«Muchos niños iraquíes padecen también el `hambre oculta' o la carencia de vitaminas y minerales esenciales para su desarrollo físico e intelectual», añadió Halaj, que destaca que «estas deficiencias son muy difíciles de medir, pero provocan que los niños sean mucho más vulnerables ante la enfermedad y el fracaso escolar».

Halaj insiste en la necesidad de que los niños se alimenten adecuadamente en los dos primeros años de vida y subrayó que darles el pecho en los primeros seis meses es crucial.

«El porcentaje de mujeres que dan el pecho a sus hijos en Irak es mucho más bajo que el que existe en los países del entorno. Se sitúan en un escaso 12% y estamos hablando de una estadística que se realizó hace varios años», constata la especialista de UNICEF.

«El uso de leche infantil en polvo está generalizado, lo que contribuye a aumentar el riesgo de enfermedades como la diarrea y la neumonia, lo que, a su vez, contribuye a aumentar la desnutrición. El riesgo de contraer diarrea se incrementa considerablemente cuando no existe suficiente agua potable y el sistema de evacuación de las aguas fecales no cumple con el mínimo exigible. Y este es un problema que actualmente afecta a muchísimas comunidades iraquíes», explica Halaj, que añade que el primer paso para prevenir la desnutrición en los niños más pequeños es asegurar que las mujeres embarazadas tengan una atención sanitaria adecuada.

Pero el cierre de muchos ambulatorios, hospitales y clínicas debido a la inseguridad que se vive en el país y la carencia de especialistas y de medicinas provoca que los iraquíes tengan cada vez más complicado acceder a una atención sanitaria adecuada, según constatan los expertos de UNICEF y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Los niños que viven en las áreas más inseguras del país, como Bagdad y las provincias de Al Anbar, Diyala, Missan y Basora, son quienes menos probabilidades tienen de recibir asistencia médica de carácter preventivo.

El doctor Mayssun Abderrahman, pediatra en el Hospital Infantil de Bagdad, denuncia que el sistema sanitario iraquí se está derrumbando y que únicamente la labor de UNICEF y de la Organización Mundial de la Salud permiten mantenerlo a flote. Pero destaca que quedan muchas necesidades por cubrir y cientos de niños mueren por enfermedades como la diarrea y la desnutrición que podrían curarse con alimentos sanos.

Los indicadores de desnutrición han sido tradicionalmente peores en las provincias del sur de Irak, de mayoría chií, y en las áreas rurales, hasta el punto de que triplicaban la media estatal, según UNICEF. Actualmente, debido a la convulsa situación del país, sufren más pobreza que nunca.

Niños mendigos

Por otra parte, las ONGs que trabajan en Irak han denunciado que en este país cada vez hay más niños que se ven obligados a mendigar. Es el caso de Ahmed Saffar, de siete años, que recorre las calles de Bagdad en busca de algo que echarse a la boca. Es huérfano, al igual que sus dos hermanos y su hermana, y pasa casi todo el día en un semáforo pidiendo dinero a los conductores cuando las luces se ponen rojas.

«Dame dinero para poder comer», es la frase que emplea más habitualmente. «A veces me dan algunas monedas. Otras, si insisto mucho, me pegan. Las mujeres nunca me dan nada y las ventanas de sus coches siempre permanecen cerradas. Los viejos, en cambio, son los mejores», explica Ahmed.

«No tengo otro remedio. Mis hermanos y yo tenemos que trabajar en las calles, pidiendo en diferentes sitios. Soy el más joven de todos, pero generalmente soy quien más dinero logra. Mi hermana siempre me acompaña y entre los dos logramos sacar lo suficiente para comer hasta el final del día», añade.

Ahmed dice que prefiere mendigar a robar y que comenzó a pedir en las calles antes de que sus padres muriesen porque eran una familia pobre. Explica que su madre murió en Faluya en agosto de 2004. Estaba visitando a unos parientes cuando la casa fue bombardeada por las fuerzas de ocupación lideradas por EEUU

«HAMBRE OCULTA"

El informe indica que muchos niños iraquíes «padecen también el `hambre oculta' o la carencia de vitaminas y minerales esenciales para su desarrollo físico e intelectual». Señala que esas deficiencias «son muy difíciles de medir».

al sadr no cederá

El Movimiento Al Sadr, liderado por el clérigo chií Muqtada al Sadr, aseguró que no cederá sus carteras ministeriales si los demás partidos no lo hacen. Nuri al Maliki quiere expulsar a Al Sadr del Gobierno por «sus lazos con la violencia».

Tropas japonesas

Japón decidirá este mes si amplía el compromiso de ayuda aérea a las tropas ocupantes en Irak, que concluye en julio, o si las tropas niponas vuelven a casa, según señaló el portavoz del Gobierno de Tokio, Yasuhisa Shiozaki.

Al menos 26 muertos en otro atentado más

Al menos 26 personas murieron y otras 50 resultaron heridas ayer en Bagdad en un atentado con coche bomba en un mercado del distrito comercial de la capital iraquí. El ataque tuvo lugar cerca del mercado de libros de Mutanabi y fue el peor de los registrados en Bagdad en los últimos días.

Por otra parte, las tropas iraquíes mataron a ocho hombres armados y detuvieron a otros 172 en Bagdad, en un operativo que se enmarca dentro del plan de seguridad para la capital iraquí. Según el Ministerio iraquí del Interior, «46 de los arrestados son terroristas». En el marco de esta operación, soldados de EEUU y de Irak registraron el barrio chií de Al Sadr.

El Ejército iraquí también fue ayer objeto de los ataques, ya que cinco soldados resultaron gravemente heridos en un ataque que llevaron a cabo hombres no identificados en la localidad de Al Isahaqi, en la provincia de Saladino, a 110 kilómetros al norte de Bagdad. Los soldados heridos fueron trasladados al Hospital de Tikrit. GARA

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