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Campaña en el estado francés contra los trastornos musculoesquéleticos

os últimos datos de siniestralidad laboral y enfermedades profesionales del estado francés muestran que, aunque la mortalidad por accidente se reduce, los efectos de las enfermedades ligadas al puesto de trabajo traspasan todas las barreras. Entre el 26 y el 31 de marzo se desarrollará una campaña contra los trastornos muculoesqueleticos, que son muy frecuentes. L

Los últimos datos sobre la siniestralidad en el Estado francés muestran que durante los últimos seis años se están reduciendo los accidentes mortales en las empresas francesas. En 2001 se produjeron 1.418 fallecidos en accidentes de trabajo, incluyendo los que se producen in itinere, aunque en 2005, que son los últimos cerrados que existen, llegaron a 976 accidentes. En 2006, fallecieron en el primer semestre un total de 555 trabajadores y se produjeron más de 630.000 accidentes laborales con baja. El INRS, el organismo encargado de la seguridad y la salud en el trabajo, reconoce que remite los accidentes de trabajo, sin embargo la realidad muestra que esa reducción no es tan clara y precisa a lo largo de estos años.

El mayor problema se encuentra en la evolución de las enfermedades profesionales que están aumentando, ya que si en 2001 se produjeron 365 fallecidos por las mismas, un año después alcanzaron las 410 y se elevaron a 517 muertes en 2003.

En 2004, fueron 521 fallecidos, mientras que en 2005, las estadísticas sitúan en 353 los fallecidos por enfermedades profesionales, aunque la misma estadística señala que los datos no están completos. En 2006, en el primer semestre se produjeron 65 fallecidos.

En el Estado francés se comprueba con las últimas estadísticas que hay en torno a 105.000 personas que sufrieron incapacidad permanente tras sufrir un accidente de trabajo, cuando iban o volvían del mismo o por enfermedades profesionales. Las enfermedades profesionales van en aumento, sobre todo, las que tienen que ver con problemas de articulaciones. El 68,4% de las bajas de 2005 se debieron a diversos trastornos musculoesqueléticos, que sumaron 31.000 bajas. El amianto provocó diversos trastornos en los pulmones a 5.715 trabajadores y a otros 821 se le diagnosticó cáncer por amianto. La evolución negativa del amianto se constata en el territorio francés desde el año 2000, lo mismo que los trastornos musculoesqueléticos.

La Seguridad Social francesa reconoce que en 2005 se indemnizaron 31.000 enfermedades profesionales, por lo que ha organizado para la última semana de este mes una campaña para reducir su impacto y conseguir que se adopten las medidas de prevención dentro de las empresas para evitar los daños en la salud de los trabajadores.

«En Francia -según indica el organismo oficial- los trastornos musculoesqueléticos son la primera causa de reconocimiento de la enfermedad profesional». Estima que se está produciendo un incremento del 20% de sus efectos negativos para la salud de los trabajadfores.

Horas de trabajo

Según los cálculos, las bajas por enfermedad derivada del puesto de trabajo significó la pérdida de 6,5 millones de jornadas de trabajo y una indemnización a los trabajadores por valor de 650 millones de euros. El instituto de salud laboral (INRS) estima que se deben evaluar los riesgos profesionales en los puestros de trabajo y, en el caso de los trastornos musculoesqueléticos, se deben adoptar las medidas adecuadas para evitar el trabajo repetitivo y las posturas que generan daño corporal. «Es necesario que la dirección de la empresa se implique desde el primer momento para solucionar este grave problema que se está produciendo en los centros de trabajo».

Para ello, el INRS afirma que se deben poner medidas adecudas e investigar las causas, para conocer realmente los riesgos en las empresas, y adecuar la organización del trabajo a la realidad de la seguridad y la salud del trabajador.

«La persona, el trabajador, debe ser el actor principal de los remedios que deben establecerse para evitar que sufra. De lo contrario, seguirá esa tendencia de aumento de las enfermedades profesionales, que muestran un aumento de la inseguridad en el trabajo. Eso debe terminar, para evitar costes humanos», indica el estudio.

El INRS determina que «no sólo los trabajadores» tienen que marcarse un objetivo en cuanto a trabajar en condiciones seguras, sino que los empresarios deben poner los medios adecuados para hacer frente a este daño, que en la Unión Europea genera un coste elevado para los trabajadores.

Juanjo BASTERRA

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