La campaña 2007 de la Fórmula Uno está a punto de arrancar. El Gran Premio de Australia será testigo de los primeros kilómetros de una temporada singular. Los numerosos cambios, tanto de pilotos como de normas en el reglamento, así como la irremplazable ausencia del «Kaiser» Michael Schumacher, convierten este mundial en algo único.

La temporada que se iniciará esta próxima madrugada es la más revolucionaria de los últimos años, con cambios de pilotos en las escuderías que acabaron el pasado año en los tres primeros puestos del Mundial -Renault, Ferrari y McLaren-, con un solo suministrador de neumáticos -Bridgestone-, con los motores sin posibilidad de desarrollo -limitados a 19.000 vueltas- y otros factores que pueden hacer de la misma la más competida de los últimos años.

Fernando Alonso inicia así la defensa de su segundo título mundial en el Gran Premio de Australia, una labor que se presenta difícil, y lo hará al volante de un McLaren-Mercedes, tras haber pasado los cinco últimos en Renault. Pero no es éste el único cambio de escudería entre pilotos. Alonso, después de dos títulos mundiales consecutivos, deja Renault para ir a McLaren; el finlandés Kimi Raikkonen se marcha de Mclaren para ocupar el puesto del pluricampeón alemán Michael Schumacher, y en Renault Flavio Briatore vuelve a jugar la carta de un piloto joven, el finés Heikki Kovalainen, preparado en el seno de la escudería, para crear el «anti-Alonso».

No obstante, el cambio más acusado se produce en Ferrari. La escudería del Cavallino rampante no sólo ha perdido a Michael Schumacher, sino a buena parte de sus ingenieros, que han decidido tomarse un descanso tras haberlo conseguido todo con el alemán. Habrá que ver a la hora de la verdad, cuando comiencen las carreras, si la ausencia de Ross Brawn repercute a la hora de decidir las tácticas.

Favoritos y tapados

Por lo visto en los entrenamientos invernales, Ferrari y McLaren se encuentran un paso por delante de los demás.

Por lo pronto, Alonso es el principal favorito. El australiano Mark Webber afirmaba en una entrevista que el asturiano es la «principal referencia» del Mundial. «Cada fin de semana, Alonso será el punto en el que todos nos fijaremos. Él es el piloto más completo», dijo Webber, para quien los principales adversarios del doble campeón mundial serán los hombres de Ferrari.

En la escudería italiana el brasileño Felipe Massa, en su segundo año como piloto oficial, después de haber sido con anterioridad piloto de pruebas, ha dado buena cuenta de Kimi Raikkonen y se perfila como el más serio «tapado» en la lucha por el título.

La escudería Renault, tras la marcha de Alonso, se presenta a este inicio del Mundial por detrás de Ferrari y McLaren. Kovalainen se ha mostrado más rápido que Giancarlo Fisichella y éste quizá no termine la temporada, si los resultados no le acompañan, y su puesto sería ocupado por el brasileño Nelsinho Piquet jr, que ha rodado con asiduidad este invierno.

La sorpresa del campeonato puede ser BMW-Sauber, con el alemán Nick Heidfeld y el polaco Robert Kubica. Sus tiempos han sido muy buenos, pero su principal problema es la fiabilidad de la caja de cambios, un mal que, de resolverlo, los volvería temibles.

El resto de las escuderías parece que van a tener unos resultados parecidos. Honda, con Barrichello y Button, no parecen haber alcanzado un gran nivel, al igual que Red Bull, en un coche diseñado por Adrian Newey, pero con el que ni David Coulthard ni Mark Webber han logrado buenos tiempos. Los demás participantes bastante tendrán con puntuar con mayor o menor frecuencia.

Nuevo reglamento

La campaña 2007 introduce, además, varios cambios. Así, podrán verse más entrenamientos libres los viernes, con un motor que no se utilizará para el resto del Gran Premio. Además, Bridgestone se convierte en el único proveedor de neumáticos para todas las escuderías.

La jornada de entrenamientos de los viernes, que en los últimos años sólo era aprovechada por las escuderías que podían utilizar un tercer coche, las clasificadas entre los puestos quinto y último del Mundial del año anterior, y en la que el resto apenas rodaba, han sido profundamente modificadas para la presente temporada, con la intención de que pueda haber coches en la pista en todo momento.

Los viernes habrá dos sesiones de hora y media cada una. El motor que se utilice no será el que se use para el sábado y la carrera del domingo, y, además, las escuderías tendrán la posibilidad de hacer rodar a los pilotos de reserva en esta jornada.

En lo que a neumáticos respecta, Ferrari tiene a su favor el suministrador único de neumáticos, Bridgestone, con el que llevan trabajando las últimas siete temporadas. De todas maneras, Fernando Alonso se ha quedado admirado en Bahrein de lo poco que se desgastan los neumáticos traseros, lo que les permite llevar un ritmo muy constante en las tandas largas e incluso marcar los mejores tiempos al final de las mismas con los coches más ligeros de gasolina.

Por otro lado, para hacer comprender más fácilmente a espectadores y a comentaristas la situación de carrera, el fabricante de neumáticos marcará con un círculo, posiblemente rojo, el compuesto más blando de los dos disponibles para cada Gran Premio.

A esta normativa, aprobada apenas diez días antes de que se inicie el primer Gran Premio, se oponían muchas escuderías, que ahora no podrán ocultar su juego a nadie, ya que durante la carrera se deberá utilizar, al menos, un tipo de cada neumático.

Otras de las normas de nuevo cuño son la imposibilidad de desarrollar los motores. Éstos deben ser idénticos a los utilizados en una de los dos últimas carreras del pasado año, con unas modificaciones mínimas para que su régimen máximo no supere las 19.000 revoluciones por minuto.

Por su parte, y para evitar la confusión del pasado año en algunos pruebas cuando salió a la pista el coche de seguridad en la que se intercalaban los líderes con los coches doblados, también se ha cambiado la normativa para esta temporada.

Ahora, cuando el coche de seguridad salga a la pista y se muestre el cartel en el monitor de tiempos, ningún coche podrá entrar en la calle de boxes hasta que todos los coches se hayan situado detrás del vehículo de seguridad y aparezca el mensaje «pit lane abierto». Tan sólo podrán detenerse los coches antes de que aparezca el mensaje «pit lane abierto» para cambiar los neumáticos de seco a lluvia o viceversa, ya que si se realiza cualquier otra operación, como la de repostar o cambiar la inclinación de los alerones, serán penalizados con diez segundos.

Cuando sea seguro hacerlo, se mostrará en los monitores el aviso «coches doblados pueden adelantar ahora». Todos los doblados podrán adelantar a los coches que van en la vuelta del líder y al coche de seguridad para ponerse de nuevo al final y recuperar la vuelta perdida.