En las elecciones de 2002 fue el líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen quien acaparó todas las miradas en el proceso hacia la recogida de los 500 apoyos de electos que requiere la ley electoral francesa para que un ciudadano pueda aspirar a ocupar el Palacio del Elíseo.

El presidente del Frente Nacional fue capaz de trasladar un mensaje de victimismo, aduciendo un pretendido intento de dejarle fuera de la liza electoral aunque a la postre no sólo logró las firmas requeridas sino que, en el día D, logró el porcentaje de votos suficiente para disputar la segunda vuelta frente a frente con Jacques Chirac. En esta ocasión, ha sido otro candidato, de signo bien diferente, el que ha acaparado la atención por sus dificultades para hacerse con los apadrinamientos.

Se trata nada más y nada menos que de José Bové, al que el precedente proceso electoral pilló pendiente de un indulto a una condena de cárcel motivada por su larga lucha contra los trasgénicos y en favor de los derechos de los agricultores.

Un tradicionalista en apuros

Otro candidato, el del movimiento Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones habría logrado in extremis la veintena de firmas que le faltaban para completar las 500 requeridas. No obstante, habrá que esperar hasta la publicación de la lista oficial para saber si el tradicionalista Frédéric Nihous es investido candidato, ya que ha sorprendido poderosamente su anuncio de que dispone de «655 apoyos», cuando hace unos días se veía peligrar su candidatura.

En todo caso, sería la ausencia de Bové la que causaría un mayor revuelo, tanto en la clase política como en los medios de comunicación. Máxime cuando el líder antiglobalización dejaba ayer tarde patente que se quedaría a las puertas de la candidatura por unos pocos avales.

Habida cuenta de que el sistema de apadrinamiento que rige en el Estado francés desde 1976 es objeto de no pocas críticas al perjudicar claramente a los perqueños partidos o a los candidatos no adscritos a siglas de ámbito estatal, si Bové quedara «por una decena de firmas» fuera de la carrera presidencial se da por seguro que habría una fuerte polémica política.

La sola posibilidad de que un candidato ultraderechista fuera desestimado hizo correr ríos de tinta hace cinco años, y pese a contar con un nivel de respaldo en sondeos mucho menor, es seguro que el descarte de Bové sería muy cuestionado.

A diferencia de Le Pen, que presentaba orgulloso sus 500 avales días antes de que se agotara el plazo, ayer a las 18.00, Bové acudía a la sede del Consejo Constitucional a unos minutos de expirar esa hora, y lo hacía con un portafolios que incluiría, según sus propias declaraciones a la salida, todas las firmas requeridas pero, sin saber a ciencia cierta si la documentación presentada será suficiente para poder figurar en una papeleta el próximo 22 de abril.

El agricultor más popular no ocultaba su temor a que algunas de las firmas recogidas «justo antes de acabar el plazo» puedan presentar problemas de verificación, lo que podría descabalgarle de la carrera electoral.

Los nombres seguros

Aunque no será hasta pasado el fin de semana cuando el Consejo Constitucional dé a conocer oficialmente la lista de candidatos, sólo Bové parece apurar el suspense. Otros once políticos -de la cuarentena de aspirantes iniciales, la mayoría se ha ido descartando voluntariamente en las últimas semanas- están seguros de contar con la bendición del Constitucional.

Estos serán los hombres y mujeres que pedirán el voto de los franceses para sustituir a Jacques Chirac:

Nicolas Sarkozy, candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, antes Unión para la Mayoría Presidencial); Ségolène Royal (Partido Socialista); François Bayrou (Unión para la Democracia Francesa, UDF); Marie-George Buffet (Partido Comunista); Olivier Besancenot (Liga Comunista Revolucionaria, LCR); Arlette Laguiller (Lucha Obrera, LO); Dominique Voynet (Verdes); Gérard Schivardi (candidato de los alcaldes por el Partido de los Trabajadores, PT); Philippe de Villiers (Movimiento por Francia), Jean-Marie Le Pen (Frente Nacional, FN). Y si no tienen problemas con los avales presentados: Frédéric Nihous (Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones, CPNT) y José Bové.

A partir de que el Consejo Constitucional haga pública la lista definitiva de candidatos, buena parte de las miradas políticas se fijarán en otra fecha: el 14 de abril. Ese día, el Consejo Constitucional hará pública, a través de internet, la lista de los apadrinamientos. Es decir, la ciudadanía podrá saber quiénes de entre los 47.000 electos que pueden dar su aval -36.000 de ellos alcaldes- lo han hecho y en favor de qué candidato.