«Son indecentes, cínicos o perversos, o las tres cosas a la vez», afirmó el secretario general de ELA, José Elorrieta, al referirse a la patronal en un acto sobre la negociación colectiva celebrado ayer en Arrasate.

Elorrieta cuestionó «cómo se atreven los empresarios a mantener bloqueada la negociación colectiva, dar por cerrados convenios de años anteriores, proponer incrementos de jornada en torno a 30 horas, como en el Metal, o por encima de las 100 en Artes Gráficas de Gipuzkoa», en una situación en la que «las empresas están batiendo récords de beneficios, las salarios están más bajos que nunca, con tantos trabajadores con ingresos por debajo de los mil euros y una eventualidad que rebasa el 30%».

Además, el secretario general de ELA criticó el apoyo que reciben por parte de las administraciones vascas, «que les rebajan los impuestos y no les exigen responsabilidades en prevención de accidentes de trabajo». Así, respecto al Gobierno de Lakua, aseguró que «en realidad hay dos tripartitos, uno que habla de ámbito vasco de decisión y «el tripartito de verdad», formado por PNV, PSOE y PP, que acuerda la política de vivienda y la política fiscal.

A este respecto señaló «lo bien que se arreglan para modificar el Impuesto de Sociedades o el IRPF, para privatizar el sector público y para extender la subcontratación sin límite». «Con estas políticas sociales tan duras, con estas alianzas tan directamente vinculadas a las élites del poder económico, ni hay horizonte soberanista, ni hay participación social», afirmó.

«Nos están robando»

Tras dibujar este contexto, Elorrieta apeló a los trabajadores que no renuncien a sus derechos en la negociación colectiva porque «hay mucho margen y nos están robando la cartera, la salud y la conciliación de la vida familiar».

Rechazó los debates sobre los ámbitos de la negociación, recordando que CCOO y UGT han firmado «pésimos convenios» tanto sectoriales como de empresa. Igualmente, rechazó «un diálogo social sin contenidos», que excluya los debates centrales del modelo de social, como los impuestos, el gasto social, la vivienda, la atención a la tercera edad, la sanidad, la educación o las grandes obras de infraestructura «que inundan de cemento el país».

Neoliberalismo

Por ello, observó que «tenemos que hacer una negociación a pelo, sin más cobertura que nuestro propio trabajo». Concluyó que la negociación colectiva es «un instrumento insustituible, el modelo social es determinante para los trabajadores» y el neoliberalismo «va justo en la dirección contraria de cualquier proceso soberanista», por lo que advirtió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, de que «si sigue trabajando a favor de los grupos económicos, no hay plan».

Negó la tesis de Confebask que asegura que «ELA crece cuando se modera», indicando que en el período concentrado de elecciones sindicales, la central «se ha consolidado con una representatividad por encima del 40% en la CAV» y del 21,8% en Nafarroa, «precisamente gracias a la acción sindical y a nuestro esfuerzo reivindicativo».

Por ello, José Elorrieta aseguró que a la patronal «le ha salido el tiro por la culata» al tratar de minar la representatividad de ELA y culparle en exclusividad del bloqueo de la negociación colectiva.