El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió el viernes a la Asamblea Constituyente finalizar este año su trabajo para que en 2008 se celebre una «nueva elección» y haya «un nuevo presidente», anuncio que ha sido criticado por la oposición, que considera que pretende «no perder más credibilidad».

La directiva de la Asamblea Constituyente, por su parte, indicó que este foro tendrá «la última palabra» al respecto. La Asamblea Constituyente fue inaugurada en Sucre el 6 de agosto de 2006 con el objetivo de redactar, en el plazo de un año, la nueva Constitución con la que Morales aspira a «refundar» el Estado boliviano.

A juicio de José Antonio Arequipa, de la alianza Poder Democrático y Social, la propuesta es «desesperada y apresurada» y con ella busca «una prórroga» antes de que su Gobierno «pierda más crédito» tras los errores en los nuevos contratos petroleros y los presuntos casos de corrupción cometidos por miembros de su partido, el MAS.

Por otro lado, la iniciativa para trasladar la sede del Gobierno de La Paz a Sucre, considerada la capital histórica de Bolivia, está tomando cuerpo y amenaza con tensar el debate en la Asamblea Constituyente. Las sedes del Ejecutivo y Legislativo fueron trasladadas a La Paz tras la guerra civil de 1899, por intereses políticos y económicos cuando el sur del país dejó de ser un eje económico debido al declive de la minería.