REAL Un error en un corner costó el triunfo
Oportunidad perdida de ganar a un rival muy inferior
La Real jugó uno de sus mejores partidos de la temporada ante un Villarreal sin intensidad ni referencias, pero no supo traducir su superioridad en más goles que el de Savio en el primer tiempo
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real desperdició una gran oportunidad de lograr una victoria que permitiera creer en el milagro en un partido en el que fue muy superior al Villarreal en todo el espacio que separaba a ambas áreas y algo peor entre las líneas blancas en las que se deciden los partidos, en las que fue necesario que Riesgo acertara para salvar un punto.
Porque el fútbol no es el boxeo y no se ganan los partidos a los puntos, sino que éstos llegan a través de los goles. Y la Real no fue capaz de aprovechar su gran superioridad ante un Villarreal que jugó sin ninguna intensidad en defensa y sin referencia en ataque. Tampoco sacó provecho de los últimos quince minutos que tuvo de superioridad numérica, que fueron los únicos en los que los locales jugaron mejor que los realistas.
La superioridad hay que traducirla en goles y la Real sólo logró uno tras un saque de banda que hubiera bastado de no llegar un grave error en un corner en el que Xabi Prieto permitió rematar sin oposición a Josico, aunque también faltó que alguien despejara la cantidad de balones envenenados que el canterano Marcos envió en el segundo tiempo a balón parado.
Superioridad en el medio campo
Lotina sorprendió al dar entrada a Rivas en el once. A priori no parecía lógico que un jugador que el domingo anterior se quedaba en la grada pasara a la titularidad sin que su actitud en los entrenamientos justificara esa decisión, pero lo cierto es que el manchego jugó su mejor partido desde que está en la Real.
Lotina acertó a la hora de colocar un doble pivote con Rivas y Garitano con Aranburu por delante para tener superioridad en una zona en la que Matías Fernández no ayudó a sus pivotes a pesar de que se incorporaba sistemáticamente para intentar ser la referencia perdida con el divorcio entre Riquelme y Pellegrini que ha oscurecido el juego ofensivo del Villarreal.
No sólo al Villarreal le faltó luz en ataque. Su actitud defensiva fue lamentable y queda objetivamente en evidencia con las ocho faltas que sus jugadores cometieron en todo el partido y en la comodidad con la que jugaron Rivas y Garitano, que manejaron el balón con soltura sin recibir ninguna presión.
Además la tendencia de Matías Fernández de molestar a sus compañeros en el centro dejaba a Josemi con toda la banda derecha para él, con lo que Savio y, sobre todo, Garrido tuvieron una autopista por la que llegar con facilidad a los últimos metros, aunque sus centros nunca encontraron rematador.
Basados en esa superioridad en el centro del campo, a pesar de que Aranburu no jugó bien en una zona en la que tenía más presión de Josico y Senna, la Real controló con facilidad el primer tiempo, pero sólo fue capaz de crear la ocasión del gol en un saque de banda y otra de Kovacevic que desbarató Viera.
En defensa la Real no tuvo más problemas que dos buenos remates de Forlán que encontraron una mejor respuesta de Riesgo. El equipo blanquiazul además no se metía atrás como en anteriores ocasiones cuando se ponía por delante en el marcador y trasmitía la sensación de poder lograr su primer triunfo a domicilio de la temporada.
Mal inicio del segundo tiempo
Pero la Real no comenzó bien el segundo tiempo, en el que el Villarreal arriesgó con la entrada de Cani en lugar de Marcos Senna. Avisó en una gran opción de Forlán que Riesgo desbarató con una gran parada. No duró mucho la alegría porque en el corner que siguió a esa intervención llegó el gol de Josico en una acción en la que lo fácil es echarle la culpa a Xabi Prieto como en algún precedente.
El problema del equipo que ayer presentó Lotina es la ausencia de jugadores que defiendan bien las acciones a balón parado. Sólo los centrales, suponiendo que Víctor López sea un buen defensor en ese tipo de acciones con su limitada estatura, Garitano y Kovacevic pueden dar la talla en esas jugadas.
Como cualquier rival tiene cinco jugadores peligrosos en esas acciones y el serbio no marca para sacar el balón en el primer palo, a Xabi Prieto por altura le toca marcar cuando no tiene la agresividad necesaria para ese tipo de situaciones en las que es mucho más importante saber defender y cerrar el paso al rival que la altura.
No sólo en la jugada del gol, hubo otros dos corners y una falta que lanzaba con mucha intención Marcos desde la izquierda en los que la Real sufrió y que quizás pudieron ser despejados con la presencia de Kovacevic. Y es que si con ese problema se prescinde del serbio para que entre Germán Herrera...
A partir del empate la Real volvió a coger el mando del partido y llegaba con mucha facilidad por la autopista de la derecha, en la que Cani se limitaba a levantar la barrera cada vez que pasaba Garrido a toda velocidad hasta que le pegó una patada con tan poco sentido como todo lo que hizo un jugador que por ahora no avala los diez millones de cláusula pagados al Zaragoza.
Lejos de ayudar a la Real, pareció perjudicarle la expulsión. El Villarreal jugó mejor con diez que con once, sin apenas sufrir en defensa y llegó con peligro a la contra y a balón parado. Así Riesgo volvió a lucirse en un cabezazo de Fuentes. Lotina tardó en dar entrada a Díaz de Zerio para dar una referencia válida en el área que no aporta un segundo delantero como Herrera y cuando lo hizo el único balón que tocó le permitió a Xabi Prieto enmendar su mala tarde y el donostiarra la estropeó más.
Fue una acción y unos minutos en los que faltó una mayor determinación a la hora de buscar el triunfo. Porque parece que el empate entra en las cuentas de Lotina, pero ganar ayer era obligado para que el margen de error no se redujera aún más.
Miguel Angel Lotina reconocía que «el vestuario está fastidiado porque veníamos con mucha ilusión de vencer. Hemos estado más cerca de ganar que de perder, pero ha habido cosas buenas. En el segundo tiempo hemos tenido mucho balón, pero no creamos muchas ocasiones y en la única de Prieto no hemos acertado y nos vamos con un punto que no nos deja nada contentos».
Se le dijo que quizás debió dar entrada antes a Díaz de Zerio: «Igual sí, pero lo veía con tanta superioridad, estábamos muy cómodos con Rivas, Garitano y Mikel Alonso dominando el centro del campo, que tenía la esperanza de hacer un gol. La verdad es que la que ha tocado De Zerio ha dejado una ocasión clara y es una pena porque era un partido de ganar y nos vamos con un empate».
Pese a ello señalaba que «en mis cuentas vamos en positivo. Todo pasa por seguir ganando. Si ganamos al Levante estaremos a menos distancia y en las cuentas que hemos hecho con los jugadores lo saben. Estoy contento de cómo está el equipo. Si uno viene de fuera y no sabe qué puesto ocupan los equipos, nadie puede decir que la Real es el último y el Villarreal pelea por UEFA. Estoy muy satisfecho de nuestra actitud, convencimiento y motivación».
Sobre el error en el empate dijo que «ha habido una anticipación. Xabi hace un esfuerzo tremendo y puede tener un despiste y lo aprovecharon. Siempre hay despistes, si no los hubiera no habría goles. Lo malo no es encajar un tanto, sino no marcar más».
Los blanquiazules regresaron a Donostia tras el partido y están citados a las 10.30 en Zubieta para realizar el habitual entrenamiento post-partido que será de recuperación para los titulares de ayer y más intenso para los que no jugaron de inicio.