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Cuatro años sin tribunal internacional

Nueva York tomaba ayer el relevo a las protestas contra la invasión de Irak celebradas la víspera en Washinhgton, Los Angeles y medio mundo. Son cuatro años de ocupación, cuatro años interminables para los iraquíes -las cifras son ciertamente elocuentes- y, aunque las manifestaciones son absolutamente necesarias, serán sin duda insuficientes si se limitan a «celebrar» simplemente los aniversarios. Pero es imprescindible que se conozca lo que está sucediendo, derribar el muro de desinformación que los aliados y algunos grandes medios de comunicación están tratando de levantar sobre las verdaderas consecuencias de la decisión adoptada por George Bush hace cuatro años, secundada por Blair y Aznar. Y esas consecuencias no se limitan al drama humano. Geopolítica y economía se entremezclan en este tablero, para desgracia de la región.

La novedoso, coincidiendo con este cuarto aniversario, es que comienzan a escucharse voces que insinúan que podría ser posible llevar ante los tribunales a George Bush o a Tony Blair. Lo ha dicho, tras un silencio de cuatro años, el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo, un argentino que, se supone, habrá medido bien sus palabras antes de abrir la caja de los truenos. Moreno Ocampo, claro está, sabe perfectamente que esa posibilidad es hoy «improbable», y sabe que Estados Unidos no es firmante del Estatuto de Roma de fundación del tribunal de La Haya, y que rechaza por tanto su jurisdicción. Pero lo han dicho mucho más claro y alto esos centenares de miles de personas que se han manifestado en todo el mundo. Y sabemos, por supuesto, que para llegar a ver a un Bush procesado en un tribunal penal internacional por crímenes cometidos en otro país primero tendrán que cambiar muchas cosas en el mundo. La Organización de Naciones Unidas (o algo parecido) y la actual correlación de fuerzas económicas y militares en el planeta deberán ser muy distintas para eso, y tendrán que celebrarse muchísimas más manifestaciones y protestas para convertir lo «improbable» en probable.

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