El nuevo Gobierno de unidad palestino comenzó ayer su andadura con la celebración de su primer consejo de ministros, con el objetivo principal de inicar una batalla diplomática para «quebrar el cerco israelí y el embargo internacional al pueblo palestino». Mientras el Gabinete de Hamas y al-Fatah se reunía en Gaza y Ramala, mediante un sistema de video-conferencia, el Gobierno israelí acordaba, a propuesta de su primer ministro, Ehud Olmert, mantener el boicot a Palestina, una postura que fue secundada por EEUU y condenada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el Ejecutivo de Haniyeh.

El Israel, diecinueve ministros votaron a favor de continuar con el boicot político y financiero y sólo dos se abstuvieron. Olmert advirtió de que no trabajará con el nuevo Gobierno pales- tino, pero prometió mantener contacto con el presidente de la ANP, Mahmud Abbas. Coincidiendo con la toma de posesión de los ministros palestinos, Israel ya había anunciado que no trataría con el nuevo Gabinete.

Olmert señaló que su programa de gobierno no cumple las condiciones internacionales que exigen, sólo a los palestinos, el fin de la violencia y el reconocimiento de Israel y añadió que «esperamos que la comunidad internacional no se equivoque y siga manteniendo el aislamiento (impuesto al anterior Ejecutivo), pues no reconoce los principios del Cuarteto».

Poco antes, el ministro palestino de Exteriores, Ziad Abú Hamer, había instado a Israel a cooperar con su Gobierno, aunque no ocultó su temor a que desaprovechara la oportunidad. Agregó que los palestinos no exigen a Israel que reconozca a su Gobierno, sino que levante el boicot y le devuelva el dinero que adeuda a la ANP.

Seguidismo de EEUU

Como no podía ser de otra manera, Estados Unidos secundó de nuevo a Israel. Aseguró que el nuevo Gobierno no satisface las demandas occidentales y acarreará complicaciones a la hora de desarrollar sus planes de reactivar las negociaciones de paz con Israel.

El portavoz del Departamento de Estado, Sean MacCormack, calificó de «decepcionante» el discurso del primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, y consideró «inquietante» su referencia al derecho a la resistencia frente a la ocupación.

Horas después, EEUU lamentó el llamamiento a la resistencia realizado por Hamas, que en un comunicado declaró que el nuevo texto del Gobierno «es totalmente distinto al programa de Hamas» y pidió al Ejecutivo que «apoye nuestra opción de resistencia contra la ocupación y nos ofrezca todos los medios para enfrentarnos a la continua agresión que sufre nuestro pueblo».

La ANP condenó la postura de Israel y la actitud de EEUU y estimó necesario dar una oportunidad al actual Gobierno para que «pueda sobrevivir, porque responde a una decisión palestina y del mundo árabe».