Mendizorrotza Empate insuficiente para Alavés y Cádiz
Se citan para el año que viene La prima de ayer se la mereció la grada de Mendizorrotza
Tras una primera parte muy por debajo del nivel exigible a dos equipos que sueñan con el ascenso, la entrada de Aloisi en la segunda mitad fue clave, al fabricar el 1-0 de Ogbeche y sufrir el infortunio de marcar en propia puerta al intentar despejar una falta
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Alavés y Cádiz llevan cuatro años compartiendo ascensos a Primera y temporadas en Segunda y parece que ayer se citaron para devolverse las visitas la próxima temporada al firmar un empate que complica muy mucho las opciones de ascenso de ambos equipos, especialmente en el caso del equipo gasteiztarra, que tiene al Almería a doce puntos, algo insalvabable salvo catástrofe de los de Unai Emery. El de ayer a priori era un choque definitivo para ambos, de meterse de lleno en la pelea o descolgarse definitivamente. Y ambos equipos dieron un peligrosísimo paso atrás.
Quizá, por ello, sorprendió en exceso el miedo y el juego ramplón exhibido por ambos equipos en una primera mitad en la que dejaron constancia de que la diferencia que muestra ahora la clasificación entre estos dos candidatos al ascenso y los tres candidatos a subir es tan grande como sus argumentos futbolísticos. Y es que, a pesar de que ambos estaban obligados a buscar la victoria, los conservadores sistemas de juego y su miedo a perder atenazaron a dos de las plantillas que se suponen con mayor calidad de la categoría. La jugosa prima anunciada por Piterman no tuvo credibilidad en una plantilla hastiada, la apuesta por Rubén Navarro y Wellington volvió a salir rana y, a poco que Toni Moral rayó a menor nivel de lo que venía haciéndolo en las últimas jornadas, todo el bagaje ofensivo albiazul se limitó a una buena combinación entre Navarro y Wellington, en la que Armando anduvo rápido.
El Cádiz, por su parte, se conformaba con presionar bien la salida del balón al centro del campo albiazul y le faltaba algo de chispa y calidad adelante para pillar por sorpresa a la zaga albiazul. César en un corner tras el único fallo de Ardouin y Pavoni, en un buen contragolpe que obligó a a lucirse al meta francés, sumaron las dos únicas opciones de peligro en la primera mitad para el equipo de José González, en una primera parte bastante decepcionante por ambas escuadras.
Aloisi les deja en evidencia
En la segunda mitad, la necesidad obligó a ambos entrenadores a mover fichas y John Aloisi se encargó de dejar en evidencia a toda la comisión técnica. Y es que, por mucho que Piterman se encargue en relegarle al banquillo por motivos que tienen mucho más que ver con su salida del club en junio sin poder sacar nada por él que por su estado de forma, el australiano necesitó diez minutos para crear la jugada con la que Ogbeche pondría por delante al Alavés. Su sola presencia crea temor en las defensas contrarias y, al poco de haber obligado a Vella a sacar sobre la raya un balón que olía a gol fantasma, combinó con el recién incorporado delantero nigeriano y el Alavés se adelantó en un momento que parecía definitivo.
Sin embargo, lo mejor del Cádiz ayer fue su capacidad de reacción y, de la mano de un buen Abel Buades y con Lucas Lobos en el campo, comenzó a poner cerco a la portería de un Ardouin que volvió a demostrar sus buenas cualidades. Piterman trató de poner freno a la avalancha visitante con la entrada de un tercer pivote y Aloisi tuvo el infortunio de, en su intento de despeje, introducir el balón en su portería. Hubo quien se quejó de que no había sido falta y de que no se sacó de donde se debía, pero el mayor error estuvo en las prisas de Luna en hacer el cambio justo en una falta tan peligrosa.
No son muchos, los datos de ayer hablan de 6080 espectadores -la tercera mejor entrada de la temporada-, pero la devoción de los aficionados que se dieron cita ayer en Mendizorrotza volvió a ser lo mejor de la tarde. Y es que hay que tener una fe muy grande para seguir animando con el entusiasmo que lo hicieron ayer en Polideportivo con la que está cayendo y teniendo que hacer frente a multas millonarias, mientras Piterman trata de incentivar a su plantilla con unas primas desorbitadas en las que ni él mismo cree.
En una primera parte decepcionante, el color y el espectáculo estuvo ayer en las gradas y, en ello, los más fervientes seguidores albiazules tuvieron la inestimable ayuda de otras dos aficiones extraordinarias, la gaditana y la rojilla. Y es que miembros de Indar Gorri y Brigadas Amarillas, que disfrutaron juntos el sábado en el derbi de San Mamés, se acercaron ayer a Gasteiz a poner su granito de arena en las desangeladas gradas, con mensajes de apoyo para la parroquia realista y ovación al gol de Savio.
Mario Luna, que antes del comienzo del partido ante el Cádiz había declarado en Radio Vitoria que «todo lo que no sea una victoria será vender humo», cambió radicalmente su discurso tras el empate obtenido ante el Cádiz y se aferró a las matemáticas para seguir manteniendo que el ascenso es posible.
«La ilusión se nos cortará cuando las matemáticas nos digan lo contrario. No es vender humo, mientras las matemáticas nos sigan dando opciones, nuestra obligación como profesionales es la de seguir luchando y ahora mismo ya tenemos que empezar a mirar al próximo partido ante el Castellón porque todavía quedan muchas jornadas para poder remontar esta desventaja», declaró.
Pues por mucho que las matemáticas sean el clavo al que se agarran Piterman y el argentino, son precisamente los números los que menos argumentos dan para seguir soñando. Y es que, tras la jornada de ayer, el Valladolid está a 22 puntos, el Murcia a 14 y el Almería a 12. Los enfrentamientos ante rivales directos como Murcia, Almería y Cádiz parecían los propicios para acortar desventajas, pero pese a las seis jornadas sin perder, las distancias han aumentado y el margen de error cada vez es menor.
En este sentido, el entrenador del Cádiz José González, fue claro y no ve al equipo gasteiztarra como un rival directo por el ascenso. «Yo no cuento con el Alavés en esa pelea. Si nosotros lo tenemos muy difícil, ellos lo tienen mucho más difícil todavía. Me gustaría decir lo contrario, pero no lo veo con opciones reales», declaró.
En lo referente al partido de ayer, Mario Luna se lamentó del infortunio que tuvieron en la jugada del gol del empate. «Era un partido en el que el que metía el primer gol se lo llevaba. Lo hemos hecho, pero hemos tenido la desgracia de marcarnos en propia puerta», agregó. En este sentido, el técnico argentino se quejó de que en la falta que dio pie al autogol de Aloisi no había habido infracción y de que no sacaron la falta de donde debían.
Mientras el ponedor de carné trataba de convencer al público, las distintas intervenciones de los jugadores demostraban que el vestuario hace tiempo de que dejó de creer en que el objetivo de volver a Primera es posible.
Piterman contará con las bajas de Gaspar y Astudillo para el partido del domingo que viene en Castellón. El cordobés vio la quinta tarjeta amarilla en la primera mitad, mientras que Astudillo fue expulsado por doble amarilla en el 86, por cortar el balón con la mano.
