Raimundo Fitero
El plumero
De las cosas que los fines de semana alegran el espíritu, o al menos a un servidor, es pasar el plumero. Sacar (¿es mejo decir mover?) el polvo de los libros con el plumero, si se está escuchando una música con ritmo puede servir también a modo de ejercicios de un método Pilates pirata. Pero antes se decía «caballero de alto plumero», y se referían a esos sombreros metálicos coronados por plumas que llevaban los guerreros cuando salen en las películas. Y decimos de alguien que «se le ve el plumero», y queremos advertir sobre nuestro conocimiento de sus secretas aficiones o tendencias políticas.
Vale, se les ve el plumero a demasiados comentaristas futboleros. Y no me quiero referir a esa pareja de locutores con vocación de somníferos que ahora relatan a ritmo de corneta a muertos los partidos de la selección del toro, sus criadillas y su entrenador que dicen que es sabio, y lo será, pero en póker o black jack. Por cierto, anunció la megafonía del estadio franquista por antonomasia, «y ahora el himno nacional». Y pasaban los segundos sin que se escuchara nota alguna, hasta que las cámaras nos descubrieron a un jugador decir a su compañero, «empezamos bien». Terminaron regular, pero ganaron. Mariano y su escuadra hacia el odio se relajan.
Posiblemente para muchos les sea desconocida la figura de Juan Manuel Gozalo, pero tuvo su gloria deportiva en TVE, y era la voz bramante de los deportes en RNE. Decenas de vueltas ciclistas, multitud de mundiales, muchos años. Escucharlo últimamente era un sufrimiento porque su Real Madrid no daba una a derechas, y su España, menos. Se le veía el plumero de una manera evidente. Pero los mal pensados siempre acabamos crucificados por la realidad: aprovechando el reajuste de plantilla de RTVE, se presenta a alcalde de su pueblo en Cantabria. ¿Adivinan en las listas de qué partido? Exacto, y para colmo de cinismo asegura que sale de la mano de Acebes, »porque es el primer partido que me lo ha propuesto». Genial. Lleva el espíritu de la contratación futbolera a la política. Ficho por quién llega primero y con más dinero. Un alcalde de mercado. ¿Será Nuria Bermúdez su representante?