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ELA y LAB rechazan el Plan de Salud Laboral 2007-12 de Iruñea

ELA y LAB consideran que el segundo Plan de Salud Laboral 2007-2012 aprobado por el Gobierno de Nafarroa, con el apoyo de la patronal y los sindicatos, CCOO y UGT, es «continuista" e «igual que el anterior, fracasará". Ibon Zubiela, de LAB, afirmó que se crea un observatorio que «se dedicará a observar, pero no transformará la grave realidad".

Juanjo BASTERRA |

El Gobierno de Nafarroa firmó la semana pasada el segundo Plan de Salud Laboral 2007 a 2012 con la patronal y los sindicatos CCOO y UGT y, por otro lado, el Gobierno de Lakua ha remitido al Consejo de Relaciones Laborales el definitivo Plan Estratégico 2007-2010 de Seguridad y Salud Laboral, que no cuenta con el apoyo sindical. En general, ambos insisten en la necesidad de la prevención debido a que no se aplica en las empresas, como es obligatorio.

ELA y LAB consideran que ambos planes no actúan sobre la raíz del problema de la elevada siniestralidad que se produce en los centros de trabajo vascos y la importante incidencia de las enfermedades profesionales entre los trabajadores.

Terminar con la elevada temporalidad y obligar a que los empresarios cumplan la normativa sobre prevención de riesgos laborales son dos de las claves sobre las que no se incide de manera directa, según expresaron Janire Domínguez, responsable de Salud Laboral de ELA, e Ibon Zubiela, secretario de Salud Laboral de LAB. Ambos valoraron de forma negativa el nuevo plan navarro, antes ya rechazaron el plan de Lakua.

Líneas estratégicas

La iniciativa navarra establece una serie de líneas estratégicas para desarrollar como son «luchar activamente contra la siniestralidad»; «intensificar la vigilancia de las empresas en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales»; «atención de los riesgos emergentes detectados, principalmente los sicosociales y entre trabajadores con discapacidad, trabajadoras, inmigrantes y jóvenes»; «estimular la participación de asociaciones empresariales y sindicatos en la mejora continua de riesgos laborales»; «mejora de la vigilancia de la salud e impulsar la prevención de enfermedades profesionales» y, entre otros elementos, «la creación del Observatorio navarro de Salud Laboral».

El plan reconoce a lo largo del centenar de hojas que los resultados sobre la prevención de riesgos laborales son todavía «poco optimistas». En el informe se precisa que la incidencia de los accidentes de trabajo no remite en las empresas de más de cien empleados y en aquellas que superan los 50 trabajadores y recuerda que están aumentando las enfermedades profesionales entre las mujeres.

El plan navarro sí acepta que «un entorno y una organización del trabajo sanos y seguros son factores que condicionan el rendimiento de la economía y de las empresas». De hecho, apunta a que «desde el punto de vista económico, la falta de calidad en el trabajo se traduce en una pérdida de capacidad productiva».

Ibon Zubiela aseguró sobre el plan navarro que, al igual que el anterior, «será un rotundo fracaso, porque no ha conseguido los objetivos planteados. Ejemplo de ello son las tasas de siniestralidad y el número elevado de enfermedades profe- sionales, a pesar del subregistro de las mismas que se produce en Nafarroa». Afirma también que «el plan es continuista» y «emana de las estrategias generalistas europeas y estatal en referencia a la Salud Laboral. Ponen énfasis en la información, en la formación y en la concienciación. En Nafarroa, por ejemplo, crean el Observatorio de Riesgos Laborales, que no lo tenía, pero -explicó Ibon Zubiela- los observatorios se crean para observar y no para transformar la realidad que, en este momento, es lo urgente».

Zubiela, igual que Domínguez, recuerda que la realidad de la siniestralidad laboral en Nafarroa y en el resto de Euskal Herria «la conocemos casi en su totalidad. Conocemos cuáles son las causas básicas de los accidentes y las demás pérdidas de salud: la temporalidad, la subcontratación, los altos ritmos de trabajo; en definitiva, la precariedad». Por ese motivo, LAB insiste en que terminar con la precariedad «debe ser el camino si queremos realmente cambiar la realidad y para que los trabajadores no perdamos la salud y, en demasiadas ocasiones, la vida por los puestos de trabajo». Todo lo demás, a juicio de Ibon Zubiela, «es hacer un brindis al sol. Hacer parecer que se hace, sin realmente mover nada, porque las administraciones públicas siguen haciendo el juego a la patronal, que aumenta sus beneficios a costa de nuestra salud y nuestra vida».

Janire Domínguez, de ELA, insistió en los argumentos de Zubiela, pero destacó que esos planes «suponen elementos de financiación para algunos sindicatos y la patronal».

Observatorio

La puesta en marcha de un Observatorio de Riesgos Laborales en Nafarroa no beneficiará la seguridad y la salud de los trabajadores, a juicio de Domínguez y Zubiela, ya que «se crean para observar y no para transformar la realidad que en este momento es lo más urgente que necesitamos para garantizar la salud de los trabajadores».

Denuncia del comité de Atusa de Agurain por un accidente

El comité de Atusa, de Agurain, denuncia el accidente de trabajo «que terminó con la amputación del brazo de nuestro compañero Vicente Gallo, antiguo representante sindical, de 55 años». El accidente ocurrió el pasado 17 de marzo y se produjo en el turno de noche, al parecer, según relata en una nota el comité, «una máquina no funcionaba correctamente y emitía unos ruidos extraños, lo que obligó a pararla». Tras su revisión por parte del responsable del equipo y no haber detectado nada, se pusieron en marcha las dos cintas transportadoras superpuestas, pero seguió emitiendo el ruido. Vicente Gallo se acercó y la máquina «le cogió por la camisa del brazo izquierdo y dio lugar al accidente».

El comité denuncia la falta de seguridad en la empresa, que impone jornadas de m´ñas de nueve horas y no pone medidas de protección. El próximo 29 el comité ha convocado una hora de paro en la empresa de Agurain

Por otro lado, un trabajador de la empresa ADA, perteneciente al grupo Añón, fue víctima el viernes de un accidente en el taller mecánico de la factoria situada en el puerto de Baiona. El tornero de 60 años, de Errenteria sufrió fracturas del brazo izquierdo. M. A. - J. B.

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