Tanto Araba como Nafarroa vivieron ayer una jornada de prealerta por inundaciones a causa del incremento del caudal de los ríos Zadorra y Ega, respectivamente. La persistencia de las precipitaciones, que se prevé que se prolonguen con intensidad variable al menos hasta este viernes, y el deshielo provocado por el aumento de las temperaturas elevaron los cauces hasta cotas muy cercanas al desbordamiento.

Al panorama de prealerta también contribuyó decisivamente la saturación de los pantanos. En la tarde del lunes había comenzado el desembalse de las presas de Ullibarri y Urrunaga al río Zadorra, con un volumen inicial de diez metros cúbicos de agua por segundo.

Ayer mismo, el volumen había ascendido por la mañana hasta los 30 metros cúbicos por segundo y a primera hora de la tarde subió hasta los 45 metros cúbicos por decisión de la Mesa de Seguimiento del desembalse, en la que participan representantes de las direcciones de Aguas, Climatología y Meteorología y Atención de Emergencias, Ayuntamiento de Gasteiz, Diputación de Araba, gestores de la sociedad municipal de aguas Amvisa, Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia e Iberdrola.

Un centímetro cada hora

Esta determinación se sustentó en las mediciones realizadas, que indicaban a las once de la mañana una entrada de agua en la presa de Ullibarri de 53 metros cúbicos por segundo, mientras que tan sólo desembalsaba 30 metros por segundo, por lo que el nivel de la presa subía medio centímetro cada hora.

Sin embargo, esta decisión trasladaba la presión al río Zadorra, en cuyas riberas se produjeron balsas en puntos localizados que, según el alcalde de Gasteiz, Alfonso Alonso, «suelen ser habituales».

Por otro lado, el pantano de Urrunaga ya lleva varios días vertiendo agua por la cola, que es utilizada por la central eléctrica de Barazar para generar energía, aunque este alivio no era suficiente para rebajar el nivel, que seguía ayer subiendo de forma notable.

La Agencia Navarra de Emergencias (ANE) también activó ayer una prealerta por riesgo de inundaciones en la cuenca del río Ega, como consecuencia del deshielo y de la lluvia caída en la cuenca alta y montañas que alimentan dicho río.

La zona geográfica con mayor riesgo de inundación fue, según la información del Gobierno de Nafarroa, el tramo comprendido entre las localidades de Antzin y Lizarra, así como el tramo final del afluente Urederra, en las inmediaciones de Lizarra.

La ANE ha notificó la prealerta a los servicios de Bomberos y SOS Navarra-112, así como a la policía foral, al servicio de conservación de carreteras y a los ayuntamientos de la cuenca del río Ega.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informó también de un nuevo aumento de los caudales en la cabecera del Ebro y en los afluentes de la margen izquierda, Nela, Jerea y Omecillo (en Burgos) y en la margen derecha (Rudrón y Oca).

Según informa un comunicado del CHE, la precipitaciones producirán crecidas en niveles que pueden superar localmente la avenida ordinaria en tramos de la cuenca Alta del Ebro, como es el caso de Miranda de Ebro. En esta localidad se pueden superar los valores de la anterior crecida del pasado 24 de marzo.