El proyecto CAV-Aquitania sobre drogas avanza y se enfrenta a nuevos retos
Idoia ERASO |
El Proyecto de Cooperación Transfronteriza de Investigación, Prevención y Reducción de Riesgos en el Uso de las Drogas fue creado por Médicos del Mundo de Baiona y Bilbo y subvencionado por diversas instituciones de ambos lados del Bidasoa y, principalmente, por la Unión Europea mediante el fondo Interreg III.
Los dos grandes objetivos del proyecto se han llevado a cabo ya: por un lado, la información y la prevención en los lugares festivos; y por otro, la creación de la sala de consumo supervisado en el centro de Bilbo. En el futuro se prevé diversificar los cuidados gracias a la heroína medicalizada y continuar ayundado a las personas que quieran salir del mundo de la toxicomanía. Si este proyecto recibe las ayudas de Interreg IV, el siguiente paso sería hacer hincapié en la evaluación de los diferentes problemas y la epidemiología.
Colaboración evidente
La necesidad de la colaboración entre ambas sedes de Médicos del Mundo fue «evidente, ya que para las drogas y los virus no hay fronteras», explicó aye ren Irun una de las creadoras del proyecto, la doctora Celina Pereda. A pesar de tener dos mercados paralelos en los que algunos productos difieren, el consumo a ambos lados del Bidasoa tiene un mismo patrón. Esta realidad fue la razón de que se crease un programa conjunto de prevención de riesgos. Mediante este programa, un equipo se traslada a las grandes discotecas a informar «sin juzgar».
La sala de consumo supervisado de Bilbo ha tenido un gran éxito en sus primeros tres años de existencia. Ha habido 68.500 consumos, y hoy en día hay 1.527 historiales abiertos.