Las selvas y los polos se enfrentan a su desaparición a lo largo de este siglo
GARA |
Muchas de las zonas climáticas actuales desaparecerán por completo para el año 2100 y serán reemplazadas por climas ahora desconocidos, según un estudio científico. El impacto más grave lo sufrirán las selvas tropicales que, si escapan a la deforestación, es posible que el calentamiento acabe con ellas. Los polos se reducirán y los climas de alta montaña también corren peligro de desaparecer.
El informe, elaborado por investigadores de las universidades de Wisconsin-Madison y de Wyoming, pronostica, asimismo, que grandes franjas de los trópicos y subtrópicos pueden desarrollar climas nuevos totalmente diferentes a los que existen en la actualidad. Entre las zonas que se verán más afectadas figuran desde regiones muy pobladas, como el sureste de EEUU, el sureste asiático y partes de África, hasta conocidos puntos de biodiversidad como la selva del Amazonas.
Jack Williams, geógrafo y principal autor, explica en el estudio que los anticipados cambios son resultado del calentamiento global, fruto de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Las previsiones de emisiones proceden de un informe publicado en febrero por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. Los modelos sugieren que las zonas climáticas que existen en alrededor del 48% de la superficie terrestre podrían desaparecer para 2100 y cerca del 40% del planeta también podría tener un nuevo clima.
Los investigadores pronostican que, incluso, si las emisiones contaminantes disminuyen, el cambio climático afectará al 20% del planeta.
Desafío
La tendencia plantea un gran desafío en áreas de una gran y frágil riqueza animal y vegetal como Himalaya, Filipinas y las zonas montañosas de África y Sudamérica. El cambio podría amenazar algunas especies en vías de extinción y provocar grandes desplazamientos humanos.
Los climas que desaparecerán afectarían probablemente a las zonas cercanas a los polos y las tierras altas de las regiones tropicales, incluidos los Andes peruanos y colombianos, América Central y las tierras altas de Zambia y Angola, entre otros.
El fenómenos afectaría a los trópicos y subtrópicos, como las selvas del Amazonas e Indonesia, donde incluso pequeños cambios de temperatura pueden tener un gran impacto, según Williams.