Ante el «divide y vencerás», el «unámonos y ganaremos». Ese es el lema en el que el Athletic espera cimentar su salvación.

Lo cierto es que en los últimos meses, ha puesto a prueba la capacidad de la familia rojiblanca para olvidar rencillas y hacer piña por una causa común, ofreciendo motivos deportivos, e incluso extradeportivos, para provocar que las energías se agoten entre pataleos y broncas. Pero, una vez más, la afición ha demostrado que el Athletic está por encima de todo.

El equipo, no faltaba más, lo agradece. Pero también pide que ese crédito continúe y, cambio, ofrece el compromiso y la unidad de la propia plantilla bilbaina, como ayer se reivindicó en Lezama. Con ese objetivo, los cuatro capitanes del primer equipo rojiblanco, Joseba Etxeberria, Ismael Urzaiz, Carlos Gurpegi y Pablo Orbaz, comparecieron ayer de forma voluntaria en rueda de prensa.

«El motivo por el que estamos aquí es mostrar la situación en la que estamos y también para mostrar la unidad que tenemos también entre nosotros -explicó Joseba Etxeberria-. Somos conscientes de que es una situación delicada, pero cuando se está unido estas situaciones mejoran». «Es un manifiesto de la realidad -añadió Urzaiz-. De que en momentos tempestuosos como los que estamos viviendo, aquí hay personas que solamente tenemos las miras puestas en sacar la situación adelante», subrayó.

Algo de lo que los seguidores rojiblancos ya han dado buenas muestras y de ahí que los capitanes quisieran «darle las gracias a la afición, porque en casa acuden en masa y también en los desplazamientos, aunque haya que ir lejos, como pasó en Vigo, y ésto es muy bonito para los jugadores. Queremos darles las gracias -insistió Urzaiz- y decirles que por nosotros no va a quedar, ni mucho menos, y que intentaremos que estén orgullosos de su equipo». En esa misma línea, Etxeberria reconocía que, ante una afición que «acude al campo en masa y con muy buena predisposición en los momentos más delicados», ahora «nos toca a nosotros, desde dentro, hacer las cosas bien».

Situación difícil

Pablo Orbaiz, por su parte, se mostró convencido de que «el equipo puede reaccionar y está preparado para hacerlo».

Lo cierto es que, tanto para él como para Carlos Gurpegi, la situación está resultando especialmente difícil de sobrellevar, al no poder hacerlo desde el campo, como reconocía el de Andosilla. «Cuando juegas, intentas hacer todo lo posible para intentar ganar e irte con la conciencia tranquila -explicó-. Pero así no juegas y tu ayuda se límita a dar ánimos. Donde se cuecen las habas es en el campo y la distancia de la grada al campo es bastante».