La tensión sube enteros entre Irán y el tándem aliado EEUU-Gran Bretaña
GARA |
Londres anunció la congelación de todas sus relaciones con Irán en protesta por la captura de quince soldados británicos en aguas fronterizas en el Golfo Pérsico mientras su primer ministro, Tony Blair, espoleó a sus aliados europeos asegurando que «es el momento de aumentar la presión internacional y diplomática» sobre Teherán.
Desde Alemania a la OTAN, las principales cancillerías occidentales arremetieron contra Irán.
Sobre el terreno, el Pentágono anunciaba la víspera las primeras maniobras militares en el Golfo Pérsico con la participación de dos portaaviones desde la invasión de Irak en 2003.
El Gobierno iraní puso ayer en duda este anuncio, asegurando que se trataría de un montaje de Washington para intentar presionar a su Gobierno. El Ejecutivo estadounidense desmintió que sus anunciadas maniobras tuvieran que ver en cualquier caso con la crisis desatada por la captura de los soldados.
Londres enjuagó su petición de alineamiento insistiendo, con refuerzo visual, en la tesis de que habrían sido capturados en aguas iraquíes. Irán reaccionó insistiendo que penetraron en aguas iraníes y anunciando imágenes de los retenidos. En un gesto, anunció la puesta en libertad de la única mujer.
Contrapartidas
Analistas señalan que Irán buscaría un intercambio con sus diplomáticos y militares detenidos por los ocupantes en Irak.
Según esta tesis, buscaría asimismo que se le entregue al general retirado Ali Reza Asghari, detenido en diciembre por la CIA según Teherán y desertor según el Mossad israelí.