El Gobierno de Ibarretxe gastará en una campaña de «homenaje y reconocimiento a las víctimas del terrorismo» unos 600.000 euros. Ha sido diseñada por la Oficina de Víctimas del Terrorismo, del departamento de Interior que dirige Balza. No parece casual que su directora sea Maixabel Lasa, viuda de una víctima mortal de ETA y político del PSE, y que su asesor sea Txema Urkijo procedente de Gesto por la Paz, que surgió en contra de la violencia de ETA. Parece que la campaña está relacionada fundamentalmente con las víctimas provocadas por ETA, como si no existieran las del Terrorismo de Estado.

En la historia de los últimos veinticinco años de Euskal Herria el mes de marzo ha sido muy trágico y nos trae recuerdos y aniversarios de algunas víctimas mortales del terrorismo de Estado y, en definitiva, del conflicto político y armado vasco. Aunque aquí me refiera a las víctimas mortales, habría que añadir las miles de personas detenidas, muchas de ellas torturadas, procesadas, condenadas, exiladas, desaparecidas. A todas ellas nuestro recuerdo y homenaje.

Así, tal día como hoy, el 30 de marzo de 1985, Xabier Galdeano, entrañable amigo y compañero, fue acribillado y muerto ante nuestros propios ojos y los de su familia en Donibane Lohitzune por los mercenarios del GAL, creado con el Gobierno del PSOE de Felipe González. Delegado de «Egin» en Iparralde donde estaba exiliado, fue un modelo de vida comprometido con su pueblo. Pudo haber vivido como un burgués de Neguri, pero prefirió apostar por su pueblo.

Este mes se han cumplido aniversarios de las muertes de los cinco trabajadores de Gasteiz (Romualdo Barroso, Francisco Aznar, Pedro Mari Martinez Ocio, Jose Castillo y Bienvenido Pereda) el 3 de marzo de 1976, y de Basauri, Vicente Antón Ferrero, a consecuencia de la matanza de Gasteiz. También se cumplen los aniversarios de las muertes por el GAL de Pierre Leiba (1-3-1984) y Javier Pérez de Arenaza (23-3-1984). Otros seis militantes vascos resultaron muertos en acciones militares, cuyos aniversarios son estos días; se trata de: Rafael Delas, Pedro Mari Isart, Dionisio Aizpurua, Jose Maria Isidro Izurra, (23-3-84), Txema Orbezua (26-3-1984) y Jose Mari Prieto (31-3-1984).

También en marzo han cumplido aniversario: Esteban Muruetagoiena, muerto en 1982 a consecuencia de las torturas po- liciales; Jacques Bouillier y Bernard Roussaire, muertos en Baigorri por el BVE (20-3-1982); Joselu Geresta, Ttoto, que apareció muerto en 1999 en Errenteria; Angel Mari Galarraga, Pototo, muerto hace 21 años; Nicolás Mendizábal, Zaharra, que fue muerto por la Guardia Civil hace treinta años junto a Sebastian Goikoetxea, Sebas; José Zabala, Basajaun, cuya desaparición diez años después sigue sin esclarecerse.

Tal vez se me hayan podido olvidar algunos otros casos registrados también en marzo, por lo que pido excusas a las familias y personas amigas que pudieran verse afectadas. Son una mínima parte de las «otras víctimas» del terrorismo de Estado (Triple A, BVE, GAL, Fraga -Gasteiz 1976-, dispersión...) y de un ya largo y doloroso conflicto político y armado que, si hubiera voluntad política por todas las partes, podríamos superarlo. Ojalá no tengamos que hablar de más víctimas, de ningún color, porque hemos conseguido hacer la paz justa y duradera basada en el respeto a la voluntad y decisión de la ciudadanía de Euskal Herria. Con esa forma de paz ganaríamos todos y todas.