El director teatral inglés Richard Eyre lleva una progresión cinematográfica muy interesante, con dos títulos tan notables como «Iris» y «Belleza prohibida», a los que ahora hay que unir «Diario de un escándalo».

Su elegancia de estilo la pone aquí al servicio de la adaptación de la novela de la escritora Zoe Heller «¿En qué estaba pensando?», título en el que explica muy bien la conducta inadecuada y comprometedora de la protagonista.

Para su puesta en escena Eyre ha contado con el concurso como guionista del dramaturgo Patrick Marber, autor de la aclamada obra «Closer», también llevada al cine recientemente. Por su tema lésbico en un ambiente de profesoras escolares tiene ecos de la pieza de teatro clásica de Lillian Hellman «La calumnia», de la que William Wyler hizo dos películas.

No importa citar precedentes tan ilustres, debido a que el excepcional reparto inglés de «Diario de un escándalo» es suficiente garantía de calidad dramática.

Judi Dench es una maestra al borde de la jubilación que todavía cree en los viejos métodos que concedían al enseñante autoridad sobre el alumnado. Se siente sola en su aislado mundo docente, hasta que llega una nueva profesora más joven, a la que da vida Cate Blanchett. La recién llegada acepta la amistad que le ofrece su anfitriona, puesto que necesita de su ayuda para sobrevivir en el centro. Esa relación entre mujeres se verá alterada cuando la protagonista descubra a su amada intimando con un alumno pero, en lugar de denunciarla, utilizará tan privilegiada información para retenerla a su lado.

De esta manera, el drama sicológico se combina sutilmente con el tema del acoso, algo que raramente sucedería dentro de la industria de Hollywood. Hay que saber administrar el morbo sin que los personajes se delaten, regla que Eyre domina como pocos.