Raimundo Fitero
Escueto
Se despidió de manera sencilla, se diría que emocionada, con algo muy escueto, quizás remarcando su propio perfil a lo largo de tantos años de retransmisiones de partidos de fútbol, especialmente de la selección española. José Ángel de la Casa cae víctima del ajuste de personal que los nuevos tiburones que rigen los destinos de RTVE han propuesto para descapitalizar definitivamente el ente y partir desde un supuesto punto cero que la deja a merced de todos los impulsos de arrinconar la propuesta institucional.
En los pasillos de los edificios de TVE hay unos carteles con una pregunta a los actuales responsables de conducir la nave a algún lugar irreconocible al día de la fecha: «¿BBC o Localia?». La pregunta tiene mucha enjundia. Y si se fuera haciendo esa pregunta por todos los entes públicos de radio y televisión podríamos hacer un buen programa de humor con las respuestas, porque si algo parece evidente es que no existe demasiada claridad dentro de los equipos directivos en cuanto al diseño del modelo.
José Ángel de la Casa (Blanca) como es conocido se manejaba mejor, a mi parecer, en el atletismo que en el fútbol. En el atletismo, a excepción de los cien metros y otras carreras de velocidad, hay tiempo para la reflexión, para el dato, para participación de entendidos y técnicos. En el fútbol su legado ha sido el de una supuesta técnica de no intervención, que rompía cuando se trataba del Real Madrid, o de la selección, pero que al final confundió con un tratado de lugares comunes, de coletillas, de no compromiso con lo que retransmitía. Se hizo acompañar de especialistas que tampoco mejoraron su locución. Así que en los últimos tiempos, ha ido convirtiéndose en una especie de voz de la desilusión que provocaba la misma selección, dentro de la desaceleración deportiva sufrido por el propio ente estatal. Así que nos dijo adiós, y seguro, seguro, que TVE no gana con su salida. Y no sería de extrañar que colaborara con otras cadenas. Tuvo propuestas anteriormente que posiblemente hoy nadie mantenga, pero él atesora algo tan importante como la experiencia. Se marchó emocionado y le hicieron un vídeo de despedida que parecía una esquela.