AKABA BERA BERA 29

ITXAKO 28

Akaba Bera Bera volvió a demostrar que le va el torneo del KO y venció a un Itxako que se presentó en L'Eliana en el mejor momento de la temporada pero que no pudo refrendarlo contra las donostiarras, a las que aventaja en ocho puntos en la Liga. Sin embargo, la diferencia clasificatoria no se plasmó en la cancha y las jugadoras de Tati Garmendia volvieron a demostrar que a un partido son capaces de derrotar a cualquiera, tal y como hicieron el año pasado con el Elda y el Astroc Sagunto antes de caer en la final ante el Cementos La Unión Ribarroja.

Tras una primera parte tremendamente igualada que finalizó con empate a 15, el panorama cambió por completo en la segunda mitad. Las guipuzcoanas salieron en trombra del vestuario y en apenas cinco minutos colocaron un parcial de 5-0 a su favor que, a la postre, fue decisivo. La defensa 6-0 se le atragantó al Itxako, que cometió más imprecisiones de las habituales, lo que derivó en rápidos contraataques de su rival.

Las jugadoras dirigidas por Ambros Martín trataron por todos los medios de reducir las distancias, algo que no consiguieron hasta la recta final. De hecho, Akaba dosificó la renta cosechada tras el descanso y se metió en los últimos quince minutos de partido con un 26-22 que hacía muy difícil la remontada de las navarras.

Mixta a Tati Garmendia

Pero Itxako es mucho Itxako, pese a que ayer no tuviera su mejor tarde. Ambros Martín ordenó una defensa 5-1, con mixta a la entrenadora-jugadora Tati Garmendia, que dio sus frutos. Las de Lizarra redujeron paulatinamente la ventaja hasta lograr empatar el partido cuando sólo restaban cuatro minutos para el final (28-28).

Empezaba un nuevo partido y volvía a planear sobre ambos banquillos el recuerdo del choque que dirimieron estos dos mismos equipos en la Copa disputada hace dos años en Almería, un encuentro que se decidió después de dos prórrogas y dos tantas de penaltis.

Pero la historia no se repitió, pese a los esfuerzos de las de Lizarra por forzar la prórroga. A falta de cuarenta segundos, con el 29-28 a favor del Akaba, Itxako jugó su último ataque con portera-jugadora para intentar abrir la defensa donostiarra y conseguir así el empate.

El tiempo se agotó sin que ni siquiera las navarras pudieran lanzar a portería, un ejemplo de la gran intensidad defensiva con la que se emplearon las guipuzcoanas, que acabaron robando el balón en esa última posesión. Itxako, en cambio, no acabó nada contento con la retaguardia, su mejor arma. En gran medida, el equipo menos goleado de la Liga perdió el partido por haber encajado nueve goles más de los que promedia.