Fede de los Ríos
A la ocasión la pintan calva
En este país sometido a legislaciones de dos poderes estatales en manos de una misma clase social, la legitimidad de dichos poderes siempre ha hecho aguas Cada vez que tendemos una mano nos sueltan una coz. Ponemos la mejilla y sin darnos tiempo de poner la otra nos vuelven a abofetear
En este país tan pequeñito, cuando parece que la cosa va en vías de solución, siempre aparece algo que da al traste con nuestras esperanzas.
Sabido es que los fuertes acusan a los débiles de violentos. Y esa denominada violencia de los débiles necesita, siempre, estar justificada en relación a los fines a los que sirve. No así la violencia del poder a la que denominan fuerza. «Fuerza» usada por el Estado para mantener el orden frente a la «violencia» del oprimido para alterarlo. Si la violencia es un medio, el poder es un fin en sí mismo que no requiere otra justificación que su legitimidad, alcanzada después de un acto originario de fuerza capaz de instaurar su ley y su orden.
Pues bien, en esta miniatura de país sometido a las legislaciones, diferentes en la forma, de dos poderes estatales en manos de una misma clase social, la legitimidad de dichos poderes siempre ha hecho aguas. Unas veces mayores y otras menores.
La sacrosanta Constitución española del 1978, ese beatífico marco de convivencia para todos, aquí no se aceptó. No hubo contrato social y punto. Lo demás es marear la perdiz.
El Estado, ahora administrado por el PSOE, tiene otra oportunidad de rectificar el coito interrumpido que fue la Reforma. Bueno, pues parece que otra vez estamos con la burra a brincos. Frente a propuestas razonables para lo que ellos llaman «normalización», utilización de la fuerza y aplicación torticera de una ley que haría ruborizarse a los magistrados del Tercer Reich.
Cada vez que tendemos una mano nos sueltan una coz. Ponemos la mejilla y sin darnos tiempo de poner la otra nos la vuelven a abofetear. Ahora lo del BEC. Que si ASB no resulta un sistema ABS para la Ley de Partidos. Que si listas contaminadas...
Estos nuevos cristianos viejos han vuelto de nuevo a la Inquisición y a la pureza de sangre.
O Zapatero espabila, asume que ni con el PP ni con la Virgen del Pilar hay nada que hacer y le echa arrestos comportándose como un estadista, o aquí acabará rompiéndose la baraja y pasará a la historia como un gobernante pusilánime más de los que en el mundo han sido. Y son legión.
E Imaz, tan saltarín como siempre. Es la caraba. En sus años mozos debió de ser víctima de bullyng, y de aquellos barros vienen estos lodos.
Josu Jon, hijo, calla un poquito, seguro que te dejan salir junto con Balza en el segundo tiempo.