Los peores combates de los últimos 15 años sacuden la capital somalí
Desde el jueves, cerca de 12.000 personas han huido de Mogadiscio, según datos del ACNUR. Los hospitales de la capital somalí están al borde del colapso y, ante la falta de camas, los pacientes están siendo atendidos en los pasillos e, incluso, debajo de los árboles. Los combates que empezaron hace cuatro días entre milicianos islamistas y fuerzas del Gobierno, apoyado por Etiopía, son los peores de los últimos 15 años, según el Comité Internacional de la Cruz Roja.
GARA |
«Los residentes estamos huyendo en todas las direcciones para escapar del bombardeo». Estas palabras pronunciadas por un habitante de Mogadiscio antes de abandonar su hogar reflejan la trágica situación que está viviendo la capital somalí, inmersa desde el jueves en los peores combates de los últimos 15 años.
Mientras los milicianos de la Unión de Tribunales Islámicos disparan con morteros desde las posiciones que ocupan en varias áreas residenciales, las tropas gubernamentales y sus aliados etíopes responden con fuego de artillería de grueso calibre, cuyos impactos están destruyendo las pocas casas que todavía no habían sido dañadas por los disparos. El viernes, testigos presenciales indicaron que milicianos derribaron un helicóptero etíope MI-24 de fabricación rusa. Según señalaron, el aparato «parecía una bola de fuego y humo antes de estrellarse» en una zona residencial cerca del aeropuerto. Posteriormente, el Gobierno de Etiopía admitió a través de la agencia de noticias del país la pérdida de la aeronave y cifró en 200 los milicianos muertos por sus fuerzas.
En declaraciones a Efe, Ahmed Diriye, portavoz de la tribu Hawiye, a la que pertenecen uno de cada cuatro somalíes, acusó al Gobierno títere somalí de «masacrar a los civiles» y aseguró que sus tropas lucharán «hasta el final» y «mientras queden soldados etíopes en esta ciudad». «Los gobiernos de Somalia y Etiopía tendrán que responder por las violaciones de los derechos humanos que están cometiendo en Mogadiscio», resaltó.
Según fuentes oficiales, desde el jueves han muerto 150 personas aunque, con toda probabilidad, esta cifra será mucho mayor ya que la intensidad y extensión de los bombardeos no permite contar los cadáveres.
El director del hospital de Madina, el principal de Mogadiscio, resaltó que ya no tienen medicamentos para tratar a los heridos y que muchos de los médicos no pueden llegar allí debido a que las calles están bloqueadas por los enfrentamientos entre las distintas partes.
Incidió en que las camas del hospital están completas por lo que la gente está siendo atendida en los pasillos o bajo árboles. Aunque por el momento, disponen de medicamentos, necesitan mantas y sábanas con carácter urgente.
Los hospitales, además, no han quedado al margen de los misiles. Tal y como denunció el viernes el doctor Mohamed Dhere, del hospital Alhayat, tres disparos de mortero alcanzaron el centro hiriendo a un médico y a un miembro del personal. «Desde primera hora de la mañana -por el viernes- estoy escondido en los bajos del edificio, así que no puedo ayudar a los heridos. Pido a las dos partes que respeten las instalaciones sanitarias», manifestó a AP.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado que, tan sólo en la última semana, 12.000 personas han huido de Mogadiscio. Desde febrero, la cantidad de desplazados asciende a 57.000. Los que se han quedado están encerrados en sus casas sin electricidad, agua ni leña y bajo el fuego de constantes y encarnizados combates.