Al menos 19 personas fallecieron ayer en distintos atentados en Irak lo que eleva ya al menos a 526 las víctimas mortales registradas en tan sólo siete días. En un atentado con coche bomba frente a la entrada del hospital más importante del barrio de Ciudad Sadr, en Bagdad, murieron cinco personas y otras quince resultaron heridas. Otra bomba, también colocada en un vehículo, explotó junto a una gasolinera en la ciudad chií de Hilla, y mató a dos personas y dejó heridas a otras 22. En Tuz Jormato, en el norte del país, un automóvil estalló cerca de un grupo de iraquíes que buscaban trabajo en el centro de la localidad. El conductor y dos trabajadores murieron. Otros nueve muertos se produjeron cuando un grupo armado abrió fuego contra un minibús que transportaba a empleados en una base militar iraquí del sur de Kirkuk.