Decididamente a Osasuna no le sientan bien los parones. La pasada temporada la tregua navideña a punto estuvo de mandar al traste lo que a la postre fue un ejercicio histórico, tras cebarse en las carnes rojillas un desastroso enero en forma de malos resultados. Aunque no con tanta saña, esta temporada tampoco el descanso del turrón fue de lo más propicio, y ahora con la suspensión temporal del torneo liguero a causa del concurso de los combinados estatales, una plaga de lesiones diezma al conjunto navarro.

Por si no fueran suficientes las sanciones de Soldado y Cuéllar -ambos vieron la quinta tarjeta amarilla en San Mamés-, la enfermería osasunista ha visto cómo ha ido incrementando sus inquilinos sin disputarse un solo minuto de competición oficial, hasta alcanzar el número de cuatro bajas, algunas con carácter prolongado.

Un contratiempo que puede poner en riesgo la inmejorable estadística que viene sosteniendo la escuadra rojilla cuando de las visitas del Sevilla se trata. El conjunto hispalense no sabe lo que es ganar en El Sadar en Primera División desde hace casi catorce años, cuando un nueve de mayo de 1993, y dirigido por el argentino Carlos Bilardo, se impuso con un solitario gol de Rafa Paz a falta de once minutos para el final.

Apuesta por la cantera

Y es que en esta ocasión José Angel Ziganda va a tener que hacer encaje de bolillos para confeccionar una alineación de garantías, sobre todo en el apartado del doble pivote, donde sus dos principales hombres -amén de los con mayor carácter defensivo- estarán en el dique seco durante unas cuantas semanas.

Una posición que se antoja todavía más delicada con la visita del colíder de la liga. No sólo por su potencial ofensivo, sino porque se trata de un puesto clave a la hora de contrarrestar a uno de los jugadores más en forma de los sevillistas, con permiso de Alves, como es el caso de Kanouté. El delantero de Malí no sólo hace goles -es el máximo artillero con un total de 19 dianas-, sino que sabe caer a bandas y moverse como pez en el agua por la zona de los pivotes rivales, lo que genera un buen número de problemas a la hora de marcarle.

El Cuco apostará fuerte para cubrir las ausencias de Puñal y Nekounam. Ion Erize, que debutó en la vuelta copera ante el Getafe, será el encargado de tan difícil tarea, aunque, eso sí, escoltado por Muñoz y Raúl García, los otros dos pivotes.

El joven canterano de 20 años reconoció su «sorpresa» por formar parte del once que saltará para enfrentarse «al considerado mejor equipo del mundo», si bien con la relativa tranquilidad «de ayudar al equipo y aportar el trabajo que sé, como me ha dicho Cuco». En la convocatoria también entra Iñaki Astiz, debido a que Ziganda sólo puede contar con Krutxaga y Miguel Flaño como centrales.

Pero no todo son malas noticias para el de Larraintzar. Tras estar ingresado por una gastroenteritis aguda, Webó se ha recuperado de manera casi milagrosa para ocupar la punta de ataque, mientras que Valdo y Milosevic vuelven a estar a disposición del técnico, aunque no como para disputar los noventa minutos.

En cualquier caso, no es Ziganda el único con dificultades en el apartado de lesionados. Juande Ramos se vio obligado ayer a dejar en casa a cuatro hombres básicos en su esquema. Palop, Alves, Adriano y Renato no serán de la partida, pero sí Kanouté, que superó sus problemas físicos.