EL CORREO Ramón Jáuregui Atondo 2007/3/29. Euskal Herria
Escenarios para una batalla
Bien podría decirse que la presencia de Batasuna o de su representación política en las elecciones del 27 de mayo está adqui- riendo las características de una verdadera batalla jurídica y política. En algunos aspectos y quizás para algunos, es más importante incluso el desenlace de ese reto que los resultados electorales mismos.
Los dirigentes de la ilegalizada e inexistente Batasuna guardan celosamente sus armas para intentar sorprender o evitar las acciones legales del Estado contra su presencia electoral. El PP, a su vez, extrema sus exigencias (...).
A la luz de la legalidad y de la jurisprudencia existentes, debemos contemplar dos hipótesis. La primera alternativa sería crear una nueva marca electoral de la llamada izquierda abertzale, registrando para ello un nuevo partido político en la ventanilla del Ministerio de Interior. (...) Pero es más que probable que ese intento no prospere. (...)
La segunda hipótesis, la más probable en los cálculos de los estrategas abertzales, es la creación de más de doscientas agrupaciones electorales en los municipios vascos y navarros con una denominación local y una raíz común (por ejemplo, «Izquierda Abertzale de», naturalmente en euskera), integradas por las personas que representan a ese sector social y a esa organización política. Pues bien, es ante esta segunda hipótesis ante la que resulta necesario afinar la aplicación legal y la jurisprudencia existente, así como los instrumentos del Estado frente a la vulneración de nuestras normas. (...)
Los servicios jurídicos del Gobierno y de la Fiscalía examinarán esa información y en función de su entidad impugnarán un considerable número de esas agrupaciones electorales. (...)
Queda para el final la posibilidad de que utilicen las siglas EHAK, actualmente en el Parlamento vasco como depositarios de los votos de ese mundo, cuando se ilegalizó Aukera Guztiak en 2005. Si lo hacen con los hombres y mujeres de Batasuna contaminarán a ese partido y sería el argumento definitivo para instar la ilegalización del famoso PCTV. (...)