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«Álvaro Uribe no es ajeno al paramilitarismo"

GUSTAVO PETRO, Senador colombiano

Gustavo Petro, senador del Polo Democrático Alternativo destapó el escándalo de la «parapolítica», los nexos entre políticos colombianos y grupos paramilitares. Ahora quiere un debate en el Senado sobre la relación entre Álvaro Uribe y esos mismos grupos. Uribe aún no ha aceptado el debate.

Gerardo ORREGO LANDAZABAL |

Después de haber quedado en evidencia la relación entre la Fiscalía y los paramilitares, el Polo Democrático Alternativo de Colombia trata de demostrar los lazos el presidente, Álvaro Uribe «no es ajeno al fenómeno paralimitar. No es que sus amigos son malos y él bueno», afirma Petro.

¿Que le motivó plantear el debate sobre la «parapolítica»?

Llegó a mi oficina una persona que dijo haber escuchado una conversación entre un fiscal y Carlos Castaño en la que hablaban de la necesidad de matarme. Entonces empezó mi interés por saber por qué me querían matar. Comenzó una investigación sobre la propia Fiscalía. Logramos una investigación bastante amplia y afirmamos que la cúpula de la Fiscalía de Luis Carlos Osorio estaba infiltrada por el paramilitarismo y que el órgano encargado de investigar a organizaciones criminales era parte de ellos. Allí empezó el debate, porque la investigación sobre la Fiscalía me llevó a una región especifica: el norte de Santander, donde se demostró que toda la estructura de conducción de la Fiscalía de Cúcuta no sólo trabajaba para los paramilitares, sino que su directora hacía reuniones con los jefes paramilitares para ordenar asesinatos.

¿Por qué no enviaron las pruebas a la Fiscalía?

Todas las pruebas las sacamos de la Fiscalía. El primer debate mostró que a pesar de que existían muchas pruebas dentro de la Fiscalía, la institución no procedía. Se había construído una premeditada arquitectura de impunidad con el objetivo de no juzgar nunca a los culpables de crímenes de lesa humanidad en Colombia.

¿Hay congresistas detenidos?

Sí, hoy nadie desconoce que este tipo de organización conquistó sectores del Estado. Los debates tuvieron éxito al mostrar que existía una articulación entre sectores del Estado y narcotraficantes.

¿Quieren un debate sobre los vínculos entre el presidente y el paramilitarismo?

Sí, porque la sociedad «uribista», que es mayoritaria en Colombia, piensa que él es uno de los mejores presidentes. No han calado los debates sobre el hecho de que los principales aliados del presidente están en alianzas no santas con el paramilitarismo.

El debate sobre Álvaro Uribe debería traer como consecuencia la demostración de que él no es ajeno al fenómeno paramilitar. No es que sus amigos son malos y él es bueno. Estuvo durante todo este proceso histórico implicado en la construcción del proyecto paramilitar.

¿Cómo?

A través de las Convivir, que son una forma paramilitar legal que después fueron declaradas ilegales. Se permitía a particulares organizarse con armas privativas de la fuerza pública -fusiles, armamento pesado...-, supuestamente para defender una región o determinado territorio. El problema de Uribe es que las formó con narcotraficantes.

¿Habla de personas concretas?

Sí, Mancuso por darle un nombre conocido. Mancuso es de una Convivir, pero como él hay centenares de casos. Las Convivir son organizaciones paramilitares de la época en que Uribe era gobernador del Departamento de Antioquia, y el debate sobre Uribe va a tratar de haciendas, masacres y paramilitares con nombres propios.

¿El presidente los ha acusado de guerrilleros de traje civil?

Nos ha acusado de terroristas. El adjetivo «terrorista» es hoy en día peor que el de guerrillero, pero sí, somos, según él, terroristas de civil por plantear ese debate que demuestra muy bien las cualidades democráticas del presidente que tenemos. Lo hace para ganarse a la opinión pública y hay una responsabilidad enorme de los medios de comunicación. La mayoría de la sociedad mira con indulgencia los peores crímenes de los paramilitares, que son derivados del terrorismo de Estado. Es una construcción mediática, la opinión pública en Colombia ha sido manipulada.

¿Los medios siguen jugando ese papel en el actual debate?

Los medios en Colombia son grupos empresariales muy poderosos, no hay una prensa independiente del bloque económico. Han recogido parcialmen- te la discusión sobre el paramilitarismo y, aunque han permitido que se empiecen a conocer las barbaridades que han cometido, tampoco están interesados en proteger a la oposición. Los medios son «uribistas» y quieren que los congresistas aliados de los paramilitares vayan a la cárcel, pero para nada permitirían que se toque la imagen del presidente. El grupo español Prisa, en sus medios colombianos, ha permitido algún debate sobre el tema paramilitar pero impide cualquier discusión sobre Uribe.

¿Pedirán la renuncia de Uribe?

El Polo debe presentar una propuesta de salida a la crisis del Estado, desde el punto de vista democrático. Hay que realizar reformas concretas, prácticas, que rompan las articulaciones entre mafias y Estado. Aquí los narcotraficantes tienen secciones del Estado, lo han fragmentado, y hay que fortalecer las secciones del Estado que no están contaminadas. Hay que destruir la arquitectura de la impunidad en la Justicia, lograr una reforma electoral. Parte de la estructura mafiosa se debe a un sistema electoral que permite la usurpación del votante a favor del criminal. Además, el tema de la tierra es fundamental, es la discusión que tenemos con el Gobierno de EEUU. que prefiere fumigar tierras pobres de campesinos pobres, cultivadores de hoja de coca, en vez de quitar las tierras ricas a los narcotraficantes para entregarla a los campesinos. Si la tierra se democratiza le quitaríamos una base estructural al narcotráfico y construiríamos una base fundamental de la democracia. Hay que proponer un conjunto de medidas que permitan cortar los lazos del narcotráfico con el Estado. Y eso debe ser tarea del Polo.

Lazos

«En Colombia se ha construído una premeditada arquitectura de impunidad con el objetivo de no juzgar nunca a los culpables de crímenes de lesa humanidad»