GARA > Idatzia > Kultura

Enrique del Val cierra un período de cuatro años en Australia con obra accidental

El artista bilbaino Enrique del Val inaugura esta semana en Sydney la exposición «The Ultimate Irrelevance Of Taking Yourself Very Seriously". Con ella se despedirá del público australiano por un tiempo, tras una estancia de cuatro años.

Izaskun LABEAGA | BILBO

Padre recién estrenado, Enrique del Val ha retomado su faceta artística y en el último mes ha inaugurado nada menos que dos exposiciones y a punto está de abrir la tercera, una muestra con la que dirá adiós a Australia por un tiempo, ya que tiene planeado regresar a Euskal Herria con su familia.

``The Ultimate Irrelevance Of Taking Yourself Very Seriusly'' quedará instalada en la Glen Street Gallery de Sydney hasta el 12 de mayo. Reunirá los últimos cuadros del artista. «Son piezas que han sido creadas, mayoritariamente, en la Euskal Etxea, en el pequeño txoko que generosamente me han cedido para que pueda trabajar», declara a GARA Enrique del Val.

Del Val capta en sus lienzos lo accidental, lo fortuito, lo incontrolable. Con una paleta llena de color, el creador transporta al lienzo sus preocupaciones con un trazo enérgico.

Inspirado en la paternidad

Todavía puede visitarse en el Trust Cafe otra muestra del bilbaino. Titulada ``Jewish Rogues, The Basque Zen and Quantum Shit (Judíos bribones, el Zen vasco y mierda cuántica)'' es la primera de un conjunto de tres exposiciones que «reflejan los dramas, las maravillas y las nuevas mugas del territorio inhóspito que resulta la paternidad principiante», comenta.

Enrique del Val es licenciado en Bellas Artes por la UPV. Completó su formación en la Universidad Politécnica de Valencia y posteriormente en Atenas, gracias a la beca Erasmus.

Del Val reside en Australia desde 2003. A su llegada abandonó la pintura durante una temporada y trabajó como profesor hasta que consiguió alquilar un pequeño estudio en el centro de la ciudad.

Organizó su primera muestra en Sydney bajo el epígrafe ``On The Complicity Among Rogues''. Con ella quiso poner de manifiesto «que existe otra belleza más allá de las relaciones interpersonales regidas por formalidades o pautas de comportamiento artificiales».

En las islas Tiwi

Ya en 2005 plasmó en una colección de cuadros las experiencias vividas durante los meses que trabajó como voluntario en las comunidades aborígenes de las islas Tiwi, situadas a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad australiana de Darwin. La exposición ``Karrakamini Kuwunawini'' -«algo así como `déjame en paz que no tengo un duro'»- fue concebida como una copilación de historias. «En Tiwi todo el mundo cuenta historias y todo el mundo tiene historias que contar», comenta.

Afirma que le cuesta explicarse con palabras y que es el dibujo el vehículo que utiliza, de forma natural, para expresarse. A Enrique del Val no le interesan tanto los paisajes como los seres que los habitan. Su pintura se inspira, sobre todo, en las gentes. Considera los cuadros «casi como personas, como presencias». Así, los retratos tienen un peso importante dentro de su producción. «El motor que mueve mi obra es el entendimiento humano, al margen de las circunstancias», dice.

PALETA COLORISTA

Del Val capta en sus lienzos lo accidental, lo fortuito, lo incontrolable. Con una paleta llena de color, el creador transporta al lienzo sus preocupaciones con un trazo enérgico.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo