Merkel quiere cerrar un acuerdo de contenidos sobre la Constitución
Acordar una «orientación con contenido sobre cómo ha de seguir el proceso sobre la Constitución europea" es el objetivo de la fase de sondeo que ha iniciado la canciller alemana, Angela Merkel, para sacar a la UE de la crisis institucional que vive y que se evidenció en la Declaración de Berlín. Entonces se comprometió a presentar para junio una «Hoja de Ruta" con los pasos a seguir. Gran Bretaña y Holanda reiteran que habría que olvidar la idea de una Constitución.
GARA |
La canciller alemana y presidenta de turno de la Unión Europea (UE), Angela Merkel, quiere que de la cumbre de junio no sólo salga un mero calendario sino una «orientación con contenido sobre cómo ha de seguir el proceso sobre la Constitución Europea. Así lo anunció ayer el portavoz oficial del Gobierno germano, Ulrich Wilhelm, quien añadió que Merkel cuenta con el respaldo del presidente checo, Vaclav Klaus, con quien se reunió la víspera en las cercanías de Berlín.
Klaus ha sido hasta ahora, junto al gobierno polaco, uno de los principales críticos a relanzar la Constitución europea, y particularmente rechaza que se utilicen los términos «constitución» y «ministro de exteriores».
Merkel se ha mostrado flexible en lo que respecta a la denominación del futuro tratado, que sucedería al actual Tratado de Niza, pero considera que el cargo de ministro de Exteriores es uno de los elementos claves de la reforma institucional.
El portavoz no quiso dar más detalles sobre el contenido de la conversación con Klaus, que definió como «muy buena, importante y útil». Wilhelm se limitó a señalar que ésta formó parte de la fase de sondeo que hace la presidencia alemana para relanzar el proceso constitucional, bloqueado desde el rechazo en los referendos en el Estado francés y Holanda.
Tratado convencional
El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, y su homólogo británico. Tony Blair, se han pronunciado recientemente en contra. Aseguraron que la Unión Europea debería abandonar la idea de una nueva Constitución y centrarse en redactar un simple Tratado que introduzca cambios limitados para mejorar el proceso de toma de decisiones a Veintisiete.
«Queremos volver a la idea de un Tratado convencional que modifique a los anteriores en lugar de un Tratado con las características de una Constitución», dijo Blair al término de un encuentro que mantuvo con Balkenende en Downing Street. Precisó que «no será suficiente simplemente con eliminar la palabra `constitucional'».
«Lo que los holandeses y los británicos estamos diciendo es que es importante que volvamos a la idea de un Tratado convencional cuyo objetivo sea hacer que Europa trabaje de mane- ra más eficaz porque ahora, en lugar de 15, somos 27 países y después seremos 28 y así sucesivamente», señaló.
Balkenende señaló que el nuevo Tratado debería incluir un claro reparto de competencias entre la UE y los Estados miembros y también los requisitos para admitir a nuevos países en el club europeo.
Indicó que si el nuevo texto no es un Tratado constitucional se lograría evitar además tener que celebrar nuevos referendos.
Gran Bretaña y Holanda defienden volver «a la idea de un Tratado convencional cuyo objetivo sea hacer que Europa trabaje de manera más eficaz, porque ahora, en lugar de 15, somos 27 y después seremos 28 y así sucesivamente».
El primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, reiteró ayer su rechazo al sistema de voto de la Constitución europea, que prevé aprobar una decisión si cuenta con el respaldo de una doble mayoría de población y de Estados miembros, al considerar que crearía «estructuras hegemónicas».
Kaczynski se entrevistó con el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, y con el colegio de comisarios al completo para tratar de disipar las dudas sobre el escaso compromiso europeo de su Gobierno, que se ha puesto de relieve en el veto a importantes decisiones, como el inicio de negociaciones con Rusia; y en la preocupación que generan en Bruselas algunas decisiones como la ley para verificar el pasado de funcionarios y periodistas o el proyecto para impedir la «propaganda homosexual» por parte de los profesores.
El principal tema de conversación fue cómo salir de la crisis institucional que vive la UE ya que Polonia es uno de los estados que ve con más reticencias el intento de la presidencia alemana de salvar la «esencia» del texto y lograr que entre en vigor antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Kaczynski aseguró que existe «voluntad política». No obstante, dejó claro que Polonia «no está satisfecha» con el sistema de voto por doble mayoría que prevé la Constitución.