UGT confirmó ayer que el grupo luxemburgués Rotarex ha decidido deslocalizar su planta de Galdakao. La dirección transmitió esta noticia al sindicato y a los trabajadores en una reunión mantenida en la planta de Erletxes.

UGT denunció que el grupo ha evitado «dar la cara», para lo que ha contratado un gabinete barcelonés para presentar un procedimiento concursal voluntario que tramitará ante el juzgado la próxima semana.

El objetivo de este procedimiento es el cierre de la única planta que el grupo mantiene en Euskal Herria y que da empleo a 37 trabajadores directos.

UGT dijo estar dispuesta a negociar la viabilidad del centro de Erletxes «a través de alternativas que no contemplen el cierre definitivo». En este sentido, recordó que el grupo «ya ha incumplido su propio plan de viabilidad de hace solo un año cuando planteó terminar 2007 con ganancias de más de 171.000 euros».

Según el sindicato, el grupo luxemburgués rechazó este plan y ha ordenado hacer todo lo contrario, cerrando el centro de Galdakao, «al seguir realizando actividades que ya hace un año calificada como no rentables y que iban a comportar importantes pérdidas».

Política decidida

En su opinión, esta era una política decidida de antemano por el grupo para mantener clientes una vez cerrada la planta, aunque fuera con productos no rentables para la empresa.

UGT teme que si Rotarex consigue cerrar la planta de Galdakao, a continuación contemple la apertura de una comercializadora para distribuir los productos realizados en otros países donde el grupo mantiene plantas activas.

Por ello, pedirá una reunión a las instituciones para solicitarles que medien en la negociación de un plan de viabilidad y «eviten una deslocalización más de las que sufrimos los trabajadores de este país».