El Gobierno de Uribe y el ELN acuerdan un cese «temporal» de las hostilidades
El Ejecutivo de Alvaro Uribe dio a conocer ayer que acepta la propuesta de la guerrilla del ELN de un «cese temporal y experimental" de las hostilidades. Este acuerdo se produce en el marco de la sexta ronda de negociaciones iniciadas el pasado lunes en La Habana.
GARA |
El Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron el martes en La Habana un alto el fuego «experimental y temporal» en el marco de la sexta ronda de conversaciones que mantienen en la capital cubana, según informó ayer Luis Carlos Restrepo, alto comisionado para la Paz y jefe de la delegación del Gobierno en las negociaciones abiertas en diciembre de 2005. Esta nueva ronda se inició el lunes en medio de la polémica, aunque ninguna de las partes expresó su intención de cancelarla.
En el encuentro mantenido con los medios de comunicación, anunció la decisión del Ejecutivo de Alvaro Uribe de aceptar la propuesta que el lunes les hizo llegar el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán.
La oferta del grupo guerrillero para avanzar en el diálogo consiste en un «cese de las hostilidades de manera inmediata, experimental y con carácter temporal para crear un ambiente de paz y participación».
«El Gobierno acepta el planteamiento de un cese de hostilidades experimental y transitorio, pero insistimos en la verificación y para que haya verificación se necesita ubicación territorial», manifestó Restrepo. Precisamente, uno de los puntos de discrepancia es el establecimiento del cese de hostilidades «bilateral», que implica la interrupción de acciones ofensivas de forma simultánea, tal y como plantea la guerrilla, o «recíproco», que defiende el Gobierno porque, según dice, «brindaría las garantías para que estén en algunas zonas previamente acordadas sin ser capturados».
Subrayó que esta declaración «facilita enormemente entrar a debatir puntualmente sobre el cese de hostilidades, tema en el que el Gobierno ha insistido y que considera de la mayor importancia». Manifestó, sin embargo, que aún no se debe concretar cuándo sería efectivo el cese que presenta diferencias entre el Gobierno y la guerrilla en la forma de llevarlo a la práctica. Entre esas discrepancias está la petición del Ejecutivo de que el ELN se concentre en una zona del país, opción que Beltrán descartó al considerar que eso sería un «suicidio» para la guerrilla. Sobre este aspecto, Restrepo señaló que son «flexibles en cuanto a la ubicación y estamos dispuestos a construir fórmulas alternativas».
Tras dar a conocer la aceptación de la propuesta del ELN, Restrepo sostuvo que un cese de hostilidades puede «abrir una serie de acciones complementarias» en materia de desplazados y desminado conjunto. También expresó la disposición del Gobierno colombiano a que el ELN pueda «adelantar» acciones en el escenario nacional con vistas a que sus dirigentes expongan sus ideas e incluso se pueda convocar un congreso. «Todos estos son asuntos que deberán ser acordados en la mesa», manifestó Restrepo.
En una carta entregada a la prensa, el delegado del Ejecutivo colombiano agradeció la implicación del Gobierno cubano que «nos sigue apoyando, nos genera la mayor confianza, lo mismo que la República Bolivariana de Venezuela». «Estos dos países han sido muy importantes en el mantenimiento de este proceso y para ellos sólo tenemos gratitud», destacó. Restrepo negó las afirmaciones de Pablo Beltrán de que existen tensiones en las relaciones entre Venezuela y Colombia. «Sobre la nación hermana siempre he dicho en público y privado que agradecemos su colaboración, resaltando la importancia de trabajar juntos», dijo.
El sacerdote colombiano Darío Echeverri actuó como testigo en la mesa de conversaciones. Ahora, deberán pasar a «una segunda fase» para la que si bien «tenemos unas bases, faltan los acabados».
