«La precariedad mata y el 27 de abril debemos parar una hora"
El paro de una hora en la víspera del Día Internacional de la Salud en el Trabajo, la conmemoración del 1 de Mayo bajo el lema «Autodeterminazioaz aldaketa garaia. Euskal Herria gorrira» y la apuesta por avanzar en la respuesta contra la cerrazón patronal en la negociación son los ejes del trabajo de LAB.
Juanjo BASTERRA |
El líder sindical de LAB, Rafa Díez, pone de manifiesto que Euskal Herria todavía carece de los instrumentos «en clave de soberanía» que le permitan abordar políticas económicas, fiscales, sociales y laborales como pueblo. Afirma que se debe dar respuesta a la patronal, que trata de empeorar la condiciones de vida de los trabajadores.
¿Qué opina de la situación socieconómica actual?
Estamos condicionados por las políticas económicas y sociales de corte neoliberal y antisocial que nos plantean los gobiernos de Gasteiz e Iruñea. Nos hablan mucho del crecimiento económico, pero detrás del mismo hay una realidad oculta: desequilibrios sociales en aumento, reducciones de servicios sociales, aumento de la precariedad, de discriminaciones de todo tipo y naturaleza en los centros laborales, de imposibilidad de acceso a la vivienda, de ataques permanentes a medio ambiente con políticas desarrollistas.
¿Se aprovechan de ese estado de necesidad?
Sin duda. Debo denunciar la posición de las instituciones y de las patronales, que están aprovechando el crecimiento para favorecer los intereses de determinados sectores y para castigar a muchos trabajadores que no se benefician de ese contexto económico favorable.
Pero las empresas están logrando beneficios históricos
Sí. La patronal está teniendo una postura arrogante y prepotente. Su avaricia no tiene techo. Se está aprovechando de un contexto en el que el movimiento sindical no está siendo capaz de responder adecuadamente a la gravedad de la situación con planteamientos de ampliación de jornada en el ámbito de la negociación colectiva. La patronal está incidiendo en las decisiones de unas instituciones, que se están convirtiendo en las subcontratas de las diferentes patronales. Así ha ocurrido con el Impuesto de Sociedades que, al final, lo que se trata es de regalar dinero a los empresarios para que aumenten los beneficios a costa de estrujar y privar a los trabajadores de mejores condiciones laborales.
En la radiografía todos los sindicatos coinciden, ¿por qué se mantiene esa división entre las organizaciones para responder a los empresarios?
Necesitamos una cierta catarsis a nivel del movimiento sindical. Analizando con objetividad, más allá de las responsabilidades de cada cuál, necesitamos una reflexión de fondo de lo que está pasando en la negociación colectiva y de cómo se puede responder a esta actitud en Hego Euskal Herria.
A su juicio, ¿qué se puede hacer?
Es imprescindible vertebrar, tanto en los espacios de negociación como en las acciones reivindicativas y de lucha sindical. Para nosotros estar sin un espacio intersectorial de intervención o vaciar el espacio sectorial, pretendiendo que el ámbito de empresa sea alternativo para dejar convenios en hibernación o dormidos, puede llevarnos a tendencias de corporativización de la acción sindical, que es la antítesis de un sindicalismo de clase y solidario que aglutine fuerzas. Puede ser una especie de neoliberalismo en la acción sindical.
Lo que es cierto es que la patronal está crecida y les está ganando la partida
El movimiento sindical no está respondiendo al pulso que plantea la patronal. Hay convenios de empresa que han generado ámbitos de lucha interesantes, pero otros no son un ejemplo, como ocurre con los de GSB, Indar, Tubacex, Arcelor Bergara... no se puede plantear como alternativa en sí mismo. LAB plantea una complementación para obtener contenidos, vigencia y dinámicas de lucha para que se retroalimenten el ámbito de empresa, el sectorial e intersectorial
¿En qué se concreta?
En Gipuzkoa, en este momento, con la negociación colectiva encima de la mesa tratamos de confluir en una respuesta a todos los convenios abiertos: Metal, Construcción, Papel, Artes Graficas, Limpieza y otros. Hemos planteado una huelga global intersectorial, independientemente de que cada ámbito sectorial tenga autonomía de lucha más adelante.
¿Está de acuerdo con la propuesta de Dámaso Casado de UGT de hacer un paro en junio?
Es necesario dar respuestas sectoriales. Porque, desde luego, creemos que si estamos por un sindicalismo de clase, lo que no tiene sentido es abordar luchas sectoriales con descuelgues de las empresas que han negociado convenios propios. Si tenemos que abordar la respuesta en el Metal, o cualquier otro sector, tendremos que tener claro que todos los trabajadores del conjunto del sector tienen que implicarse en esa lucha para situar un suelo básico, sin que se produzcan descuelgues de empresas.
¿Cómo se traduciría?
Estamos dispuestos a desarrollar una dinámica de lucha sectorial engarzada o que confluya también con posibles saltos intersectoriales, evidentemente que tenga su hilo conductor, con la dialéctica que se plantea en cada empresa. Pero también digo que hay que hacerlo sin propuestas que puedan ser `brindis al sol'. No estamos en una coyuntura para vender producto sindical a la hora de mantener una cierta coherencia o posición mediática. Creemos que para llegar a ese punto de respuesta en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hay que recorrer un camino en los ámbitos sectoriales en cada herrialde.
¿Qué opina de la posición de los empresarios en el intento de aumentar la jornada?
La patronal busca la ampliación de la jornada y la flexibilidad de la misma. Hay que diferenciar los conceptos. Uno es la reducción de la jornada laboral y el otro es la reorganización del tiempo de trabajo. En los últimos tiempos hemos visto, ante las tendencias planteadas desde el movimiento sindical por ser un elemento estratégico en la dialéctica de clase, que la patronal ha pretendido neutralizar el valor de la misma mediante una reorganización del tiempo de trabajo a través de mayores flexibilidades, de bolsines de horas, tres y cuatro equipos..., es decir, de la ampliación en la utilización de las instalaciones de los medios de producción.
¿Dónde queda la reivindicación de las 35 horas?
Nos encontramos con una vuelta de tuerca por parte de los empresarios, algo que para nosotros es grave, ya que la patronal está pretendiendo comprar jornada laboral por salarios. Hay sindicatos que están aceptando esos convenios. Es una auténtica vergüenza.
¿Que pretende LAB con el paro de una hora del próximo viernes contra la siniestralidad laboral?
Queremos romper un cierto grado de resignación y de encefalograma plano en la respuesta del sindicalismo en lo que es la siniestralidad laboral. Los datos son espeluznantes: 129 muertos en 2006 y 43 muertes obreras ya este año, más las enfermedades profesionales. Es un escándalo social. Hay que situar la respuesta del movimiento sindical en una clave de lucha. Hay que abrir un espacio de lucha, de unidad. No sólo debe llegar una respuesta a cada accidente, sino también algo más, para eso tenemos el paro. Queremos decir basta ya a la hipocresía y abrir un esquema de respuesta a todas las muertes obreras.
¿Se llevará a todas las empresas ese mensaje?
LAB llevará a todas las empresas que tenemos acceso esta reflexión para que los trabajadores den ese paso adelante, para que salgamos a las puertas de las empresas para escenificar esa denuncia y nuestro compromiso para responder a la agresión.
¿Es una iniciativa que pone en guardia al movimiento obrero ante la siniestralidad?
Somos conscientes de que es una sacudida en el movimiento obrero y sindical en torno a un tema grave. Pero pretende ser una iniciativa en la que se complementen tres cuestiones: el día 27 queremos, por dignidad, solidaridad y compromiso, dar ese paso adelante. Tratamos de evitar que en el Día Internacional de la Salud en el Trabajo nos presenten estadísticas y un envoltorio para justificar esas estadísticas y, por tanto, que el trabajador sea protagonista directo de esa respuesta.
¿Cuál es su opinión sobre el origen de los accidentes?
Debo dejar claro que la posición ideológica de LAB es que los accidentes laborales y las enfermedades profesionales tienen como causa determinados sistemas de producción y modelos de contratación. Hay que responder a la tesis de que esta situación de siniestralidad laboral es producto de la casualidad e incluso de las irresponsabilidad del trabajador. Aquí, lo que mata es la precariedad, la subcontratación, los ritmos de trabajo y el tener que producir más en menos tiempo para poder sacar un nivel salarial mínimo.
¿Pagan los trabajadores un precio alto por su empleo?
Cuando en este país las instituciones y empresarios nos hablan de que es necesario ser más competitivo, que hay que reducir costes sociales, cuando vemos precariedad y muertes, decimos que los trabajadores no pueden pagar ese precio tan dramático en muertes, paraplejías, enfermedades profesionales para que las empresas sean rentables y competitivas y para que algunos llenen los bolsillos de beneficios a costa de erosionar condiciones laborales que producen las muertes laborales. Tenemos que acabar con la hipocresía. Las instituciones no pueden echar balones fuera y, como hacen ahora, dar cobertura y protección a las políticas y responsabilidades empresariales. Por eso llamamos a los trabajadores a realizar el paro y luchar de forma activa.
«En Gipuzkoa hemos hecho una propuesta de paro a nivel intersectorial, porque los sectores afectados por la negociación colectiva permitirían la paralización de la actividad»
«Con la reducción del Impuesto de Sociedades a las empresas se les regalan más beneficios a sus abultados resultados empresariales»
«Aquí lo que mata es la precariedad, la subcontratación, los ritmos elevados de producción y debemos responder a esa situación grave para los trabajadores»
Tras el Primero de Mayo, ¿qué objetivo se plantea LAB?
Estamos comprometidos a llevar a Euskal Herria a un escenario de cambio político y social en el que tenga la posibilidad de definir su estatus jurídico e institucional. Creemos que el derecho de autodeterminación, además de derecho democrático básico, tiene que ser un elemento central de un acuerdo político en clave de solución al conflicto. Hay que llevarlo al ámbito sociolaboral consolidando un marco vasco de relaciones laborales que permita al sindicalismo vasco ser protagonista.
¿Cómo interpreta LAB el papel del sindicalismo en su globalidad en el momento político actual?
Diferenciamos dos espacios: el papel de todos los sindicatos del conjunto en lo que deben ser las aportaciones en cuanto a la superación del conflicto político, a la conquista de un escenario de soluciones democráticas, un escenario que genere una normalización de las relaciones sindicales en los cuatro herrialdes. LAB siempre trabajará para que el conjunto del sindicalismo sea un agente activo.
¿Y el segundo espacio?
Tenemos muy claro que estamos en un fin de ciclo político. Existen condiciones de apertura de otro ciclo, una especie de segunda transición, que esperemos que esté sustentada en un proceso de negociación y acuerdos políticos que den paso a ese marco de respecto a Euskal Herria y a la voluntad de sus ciudadanos. En ese nuevo ciclo, el sindicalismo abertzale tiene que apostar por una acumulación y activación de fuerzas en una estrategia nacional, soberanista y de cambio social. En LAB, más allá de las lecturas que estáticamente se puedan realizar sobre las relaciones intersindicales, remarcamos nuestra voluntad en posición de propuesta y praxis de avanzar en esa acumulación de fuerzas. Estamos convencidos de que si hay voluntad, es posible empezar a recorrer desde ya ese camino. Hay que terminar con los debates estériles, con elementos de justificación coyuntural que no nos llevan a ninguna parte.
¿Qué valoración hace de los resultados de las elecciones sindicales?
Los resultados frescos a 31 de marzo nos indican que el avance es muy positivo. LAB crece en los cuatro herrialdes. Ya hemos superado la cuota de 4.100 delegados.