Las elecciones presidenciales y legislativas nigerianas se desarrollaron entre considerables retrasos y fallos en la organización. En una valoración provisional hecha a media sesión de la votación, el jefe de la misión de observación electoral de la UE, Max Van den Berg, afirmó que el resultado era «claramente negativo». Subrayó que el proceso ha sido «muy confuso» y se mostró «preocupado» por su desarrollo.

El analista político Rasheed Akinyemi, de la Universidad de Lagos, fue más allá y calificó la votación de «lío». Afirmó que Nigeria ha fallado en su intento de ofrecer unos comicios ordenados.

Fuentes de la Comisión Electoral señalaron que, incluso después del cierre de los colegios electorales, la gente seguía haciendo cola para poder votar.

A este respecto, observadores internacionales expresaron su preocupación por la desorganización registrada en muchos puntos del país.

Las papeletas de la elección presidencial tuvieron que ser reimpresas a última hora para incluir a uno de los candidatos favoritos, el vicepresidente Atiku Abubakar, del opositor Congreso para la Acción (AC).

La Comisión Electoral le impidió participar en los comicios porque está acusado de corrupción. Pero, tras varios recursos, el pasado lunes autorizaron su participación.

Previsiblemente, mañana se dará conocer la identidad del vencedor en las elecciones presidenciales.

Los errores en las papeletas con los candidatos al Parlmento motivaron que la elección legislativa fuera suspendida en varios estados, entre ellos, el de Lagos, el más poblado, y los de Delta, Rivers y Ogun. Se espera que se repita a finales de mes.

Atentado frustrado

Las medidas de seguridad por los enfrentamientos armados de los últimos días y el atentado frustrado contra la sede de la Comisión Electoral también marcaron la jornada de ayer. Un camión cisterna cargado con gasolina fue lanzado contra la sede pero se desvió y acabó chocándose contra una farola.

Nigeria es el país más poblado de Africa y el primer productor continental de petróleo. Aún así, las dos terceras partes de la población vive en situación de extrema pobreza.