REMONTE Final del Máster Pacharán Baines
La demostración de Patxi Zeberio encauza el milagro
Con la inestimable ayuda de Agirrezabala en los cuadros traseros, el delantero de Elduaien sacó su ataque más salvaje y borró del mapa a unos Uterga-Urrutia totalmente desconocidos en la tarde de ayer
GARA | DONOSTIA
Patxi Zeberio ofreció una lección magistral de remonte en Galarreta para lograr lo que parecía imposible, calarse la txapela del Máster Baines junto con el joven Agirrezabala. Tras más de una hora de juego aguerrido, la pareja guipuzcoana dio la campanada, remontando los diez tantos de desventaja de la ida y hundiendo a sus rivales, los navarros Santi Uterga y Miguel Mari Urrutia, que esta vez jugaron a medio gas, sin ritmo ni ideas, y que salieron de la final por la puerta de atrás.
Zeberio II, que la pasada campaña se llevó tanto el Torneo Faustino como el Kursaal, demostró una vez más su carácter ganador para apuntarse la primera edición del Baines. Para su compañero, Agirrezabala, se trata del primer trofeo importante como remontista profesional.
El 30-40 de la ida hacía pensar en un partido más o menos peleado por la victoria, pero nunca por la eliminatoria. Sin embargo, muy pronto se vio que eso no sería así, en un arranque colosal de un Zeberio competitivo al límite (15-5), y que encontró un gran socio en Agirrezabala: el zaguero hizo a las mil maravillas lo que sabe, pelotear con sentido y asegurar el tanto, y con eso bastó ante dos rivales desconocidos en la tarde de ayer. Urrutia, que había machacado con su saque en casi todos los partidos del Máster, no supo esta vez evitar a Zeberio II, y así el choque se convirtió en una exhibición de las muchas cualidades físicas y técnicas del delantero de Elduaien (20-6, máxima diferencia).
Su ritmo asfixiante bajó un punto mediado el encuentro ante un Uterga que se entonó con el paso de los minutos. El partido vivió un rato lento, con excesivos parones que deslucieron mucho el juego para el espectador, aunque nunca peligró esa ventaja de 10 tantos lograda al principio (22-10, 25-13, 31-19...).
La cosa se puso bastante emocionante en el tramo final, no ya por el ganador del partido en sí, sino por la resolución de las txapelas. Pero a Uterga y a Urrutia, a los que les bastaba con hacer 31 tantos para llevarse los premios (y 30 para forzar un desempate a 10 tantos más) se les hizo cada vez más pequeño el frontis, ante el empuje de dos rivales embalados y merecidos campeones del Baines.
40
27